El envejecimiento es un proceso natural que, con un poco de suerte, todos experimentaremos tarde o temprano. A medida que nuestras células finalmente pierden su capacidad de dividirse y multiplicarse, los ejercicios faciales se convierten en una herramienta útil para mantener una apariencia juvenil.
El envejecimiento se manifiesta en el rostro como el adelgazamiento de las bolsas de grasa que le dan al rostro gran parte de su forma, así como la pérdida de elasticidad y el aflojamiento de la piel. Aunque este proceso es inevitable, la buena noticia es que podemos atenuar sus efectos.
Los estudios han demostrado que al ejercitar suavemente nuestros numerosos músculos faciales, que suman más de dos docenas en cada lado, podemos lograr naturalmente una cara tonificada y de aspecto más joven. Aquí hay algunos ejercicios faciales para comenzar a incorporar en su rutina diaria hoy.
Ejercicios faciales para cada zona del rostro
Ojos y cejas
Puede reducir las arrugas ejercitando los músculos alrededor de los ojos. Un ejercicio simple es abrirlos lo más posible, hasta que pueda ver una gran área de los blancos. Mantenga esta expresión facial durante al menos cinco segundos, suelte y repita varias veces.
Para sacar más provecho de este ejercicio, involucre las cejas levantándolas y frunciendo el ceño con fuerza mientras sus ojos aún se ven sorprendidos. Repita el movimiento hacia arriba y hacia abajo tantas veces como pueda durante los cinco segundos de duración del ejercicio inicial.
Las mejillas
Se pueden lograr mejillas más llenas sonriendo, incluso si se hace de manera un poco forzada. Para hacer este ejercicio, coloque sus tres dedos medios sobre sus pómulos e intente levantarlos sonriendo lo más fuerte que pueda. Cuando repita estas flexiones de mejillas de cinco a diez veces seguidas, probablemente sentirá que sus músculos se ejercitan.
Para una versión de manos libres, simplemente frunza los labios lo más fuerte posible y rápidamente vuelva a dibujar una sonrisa. El movimiento abrupto permitirá un entrenamiento colectivo de los músculos de las mejillas.
Guiñar los ojos levantando las mejillas es otra forma efectiva de tonificarlas. En lugar de usar los músculos de los ojos para cerrar los párpados, use los músculos de las mejillas para cerrar los ojos. Esta pose facial involucrará varios músculos, una mejilla a la vez.
Labios de la boca
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Para rejuvenecer la parte inferior de la cara, ejercite esos músculos abriendo la boca lo más que pueda y sacando la lengua lo más que pueda. Mantenga esta posición durante al menos cinco segundos y luego suelte.
Asegúrese de que los labios estén hidratados y luego dé un paso más: trate de sonreír mientras hace este ejercicio. Finalmente, presione la barbilla hacia abajo al mismo tiempo para aumentar la cantidad de músculos que se tonifican. Nuevamente, mantenga la posición durante cinco segundos, suelte y repita.
Luego, saque la lengua y frunza los labios alrededor de ella. Esto tonificará no solo los músculos de la cara sino también los del cuello. Un puchero serio, como el de un niño infeliz, es otra buena manera de ejercitar los labios. Mantenga esta posición durante los cinco segundos habituales, suelte y repita.
Nariz
La expresión que adoptamos cuando se percibe un mal olor resulta ser otra pose facial beneficiosa. Simplemente arrugue la nariz y mantenga esta expresión durante unos segundos antes de soltarla y repetirla.
Para enganchar aún más la nariz, intente moverla moviendo el labio superior hacia adelante y hacia atrás. Aunque el movimiento no está dirigido con precisión por la nariz, involucra músculos que de otro modo no se ejercitarían.
Mantener una mente sana para un rostro joven
Si bien la mala salud física claramente afecta cada parte de nuestro físico, un creciente cuerpo de investigación indica que la mala salud mental también está relacionada con los signos del envejecimiento. Un estudio de 2021 encontró que los participantes del estudio (de 26 a 45 años) que experimentaron ansiedad, depresión, esquizofrenia o abuso de drogas exhibieron un envejecimiento prematuro de hasta 5,3 años.
A los observadores independientes se les pidió que adivinaran la edad de estos participantes y calificaron a todos ellos como mayores que su edad real.
Según Jasmin Wertz, autora principal del estudio y asociada postdoctoral en la Universidad de Duke, el envejecimiento prematuro puede ser causado por hábitos alimenticios poco saludables o falta de ejercicio físico que resultan de una mala salud mental; pero también puede ser causado por los propios trastornos mentales.
El estrés excesivo, por ejemplo, puede inducir un aumento de la circulación de las hormonas del estrés, como el cortisol, y la inflamación, lo que provoca problemas en la piel y tensión muscular acumulada, que puede afectar la cara.
Científicos como Wertz están comenzando a repensar la conexión de la mente y el cuerpo, haciendo de la salud mental una prioridad en la prevención y el tratamiento de enfermedades físicas. Ella dice, «hay una ventana de oportunidad, especialmente porque estos problemas de salud mental… a menudo ocurren relativamente antes en el curso de la vida que las enfermedades físicas».
Cuanto más revela la ciencia cómo nuestro estado mental nos afecta físicamente, más inminente es la necesidad de aprender cómo apoyar nuestra salud mental. Afortunadamente, existen muchos recursos de autoayuda para nutrir la mente y el espíritu.
Para empezar, mantenga una actitud positiva: aprenda a reconocer y procesar los pensamientos negativos. Si bien pueden parecer intangibles e inofensivos, pueden moldear la forma en que vemos el mundo e incluso provocar efectos físicos graves.
Si la negatividad proviene de su entorno y no de su interior, explore formas positivas de tratar con las personas negativas. No solo protegerá su positividad, sino que también se ahorrará el estrés que conlleva tratar de ayudar a aquellos que no quieren ser ayudados.
Dejar de lado los apegos poco saludables y reemplazarlos con buenos hábitos ayudará a construir la base para un estilo de vida más saludable. Al prestar mucha atención a nuestros pensamientos y alejándonos de nociones y emociones dañinas, podemos cultivar un estado mental de paz que finalmente se reflejará en nuestra salud física y un rostro radiante.
Abrace el fluir de la naturaleza y envejezca con gracia
Si bien ejercitar nuestros músculos faciales puede ayudar a revertir los signos visibles del envejecimiento, al igual que una mente sana puede evitar que aparezcan prematuramente, el envejecimiento es un proceso natural que todos deberían esperar experimentar, ya que la alternativa es realmente sombría. Nuestra única opción es resistirlo o aceptarlo.
«La vida es una serie de cambios naturales y espontáneos. No te resistas a ellos; eso solo crea tristeza. Deja que la realidad sea la realidad. Deje que las cosas fluyan naturalmente hacia adelante de la forma que deseen”.
Lao Zi
Al aceptar el curso natural de la vida, nos permitimos experimentar cada una de sus etapas por lo que tienen para ofrecer en lugar de lo que esperamos de ellas. Cuando somos capaces de simplemente fluir, observar y abrazar, cada segundo de la vida se convierte en una experiencia que vale la pena vivir.
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