El regulador de energía británico otorgará bonos a las personas con bajo consumo de energía, atrayéndolos a un esquema de racionamiento eléctrico de facto que puede servir como el próximo eslabón en la aceptación de un sistema de estilo de crédito social donde el buen comportamiento es recompensado financieramente.
Los administradores han solicitado al regulador nacional de la energía, Ofgem, permiso para introducir el plan que prevé compensar a los hogares con hasta 6 libras (casi 7 dólares) por cada kilovatio hora de electricidad que se abstengan de consumir durante las horas punta que se determinarán próximamente, a partir de octubre.
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Un portavoz de National Grid dijo: “Estamos desarrollando un nuevo servicio que estará disponible para que los consumidores se beneficien durante este invierno y pronto anunciaremos más información”, informó Express.
Otra fuente citada por el medio agregó: “Definitivamente no se trata de personas sentadas en la oscuridad o que se ofrecen como voluntarias para tener frío. Se trata de lavar la ropa a una hora diferente del día, ese tipo de cosas”.
Se espera que los precios aumenten aún más en los próximos meses debido a la escasez de energía que se avecina como resultado de la separación voluntaria del Reino Unido del gas ruso barato y muy abundante en un intento por «castigar» a Rusia por su operación militar en Ucrania.
Un ‘peor escenario razonable’
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Ofgem ha anunciado fuertes subidas de precios, elevando la factura media de gas y electricidad a 3.549 libras esterlinas al año, un aumento del 80 por ciento de la cifra actual de 1.971 libras esterlinas para la tarifa media de combustible dual a partir de octubre.
El gobierno imaginó un «peor escenario razonable» que los británicos podrían enfrentar en caso de una escasez de capacidad eléctrica, informó Bloomberg. Los funcionarios calcularon que tal caída podría representar aproximadamente una sexta parte de la demanda máxima, a pesar de la posibilidad de que las plantas de carbón de emergencia del país se reabrieran nuevamente.
Sin embargo, este escenario “no es algo que esperamos que suceda”, dijo el Departamento de Estrategia Comercial, Energética e Industrial en un comunicado, sembrando miedo y tranquilidad al mismo tiempo.
“Los hogares, las empresas y la industria pueden estar seguros de que obtendrán la electricidad y el gas que necesitan”, dijo el Departamento, según Bloomberg.
Según la consultora energética Cornwall Insight, se espera que el tope de precios se eleve en enero de 2023 a unas 5.387 libras, y de nuevo a 6.616 libras para el tope de abril, según informó el viernes The Guardian.
Pero los presupuestos familiares se están ajustando en el Reino Unido y no hay señales de alivio en el futuro cercano. Al contrario: la inflación está disparada y superó el 10 por ciento, mientras que los economistas esperan que suba al 18 por ciento en enero.
Mientras tanto, los escoceses enfurecidos han salido a las calles y han quemado sus facturas de energía para protestar por el inminente aumento del 80 por ciento en los costos anuales de energía.
Los manifestantes se reunieron frente a la sede del regulador de energía de Glasgow cantando: «¡Las facturas están en llamas!»
