Aunque el recuento de la población mundial acaba de superar los 8 mil millones de personas, China se ha visto afectada por una tasa de natalidad decreciente en los últimos años.
En 2021, el país más poblado del mundo sólo creció en 480.000 personas, hasta alcanzar los 1.412,6 millones, y los demógrafos advierten de que el «declive nacional parece inevitable», ya que las tasas de natalidad siguen disminuyendo y la gente vive más tiempo.
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Según el Anuario Estadístico de China, la disminución de la tasa de natalidad tiene graves consecuencias para su economía nacional. Recuperándose de los bloqueos prolongados de «COVID cero» que han detenido la producción industrial y cerrado negocios, China también ha luchado con crisis en sus sectores bancario e inmobiliario.
De las 31 jurisdicciones a nivel provincial del país, 13 informaron más muertes que nacimientos en 2021. Las provincias incluían los centros comerciales y financieros clave de Shanghái, Jiangsu y Tianjin; las provincias agrícolas centrales de Sichuan, Chongqing, Hunan y Hubei; Hebei, Shanxi y la región autónoma del noroeste de Mongolia Interior; así como las provincias nororientales del cinturón oxidado de Liaoning, Jilin y Heilongjiang.
En la provincia norteña de Heilongjiang, hubo 3,59 nacimientos por cada 1000 personas el año pasado, el más bajo en cualquier jurisdicción, con 8,7 muertes por cada 1000 personas que representan una de las tasas de mortalidad más altas del país.
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Los datos oficiales también mostraron que la población de China creció solo 480.000 a 1.412,6 millones el año pasado, marcando el aumento de población más pequeño desde 1962, una fuerte disminución del aumento de 2,04 millones en 2020.
Las caídas marcan el número más bajo de nuevos nacimientos desde que comenzó el mantenimiento de registros moderno en 1949. Para al menos seis de las jurisdicciones, las disminuciones sirvieron para arrastrar la tasa nacional de natalidad de China a 7,52 por cada 1000 personas en 2021.
Una tendencia creciente
Según Darrell Bricker, coautor de “Empty Planet: The Shock of Global Population Decline”, se espera que la población mundial alcance entre ocho y nueve mil millones para fines de siglo; con un aumento de la población que tendrá lugar en 2050.
Sin embargo, Bricker, quien también es director ejecutivo de Ipsos Public Affairs y miembro de la Escuela Munk de Asuntos Globales y Políticas Públicas de la Universidad de Toronto, dijo a la Canadian Broadcasting Corporation (CBC), que cree que la disminución de la tasa de natalidad de China aún no ha alcanzado su punto máximo y se puede atribuir en gran medida a dos factores: el aumento del costo de vida en las ciudades urbanas y las parejas más jóvenes que optan por un estilo de vida sin hijos para maximizar sus ingresos y no verse atascados por las responsabilidades familiares.
“La razón por la que no va a aumentar más que eso es porque… China ahora está registrando su tasa de natalidad más baja en la historia. India acaba de caer por debajo de la tasa de reemplazo de su tasa de natalidad. Eso es el 36 por ciento de toda la población mundial que ahora no está reemplazando o no está en tasas de natalidad de nivel de reemplazo”, dijo Bricker.
Incluso después de que se levantara la estricta política de hijo único de China en 2016, muchas parejas eligen no formar una familia. El año pasado, las madres chinas dieron a luz a solo 10,62 millones de bebés, una disminución del 11,5 por ciento desde 2020.
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Cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) implementó la política del hijo único en 1979, durante más de tres décadas, hombres y mujeres se vieron obligados a someterse a esterilización en un esfuerzo por controlar la creciente población del país.
La política se defendió con tanta fuerza que muchas mujeres se vieron obligadas a tener abortos tardíos si se descubrió que estaban embarazadas «ilegalmente», y las parejas que violaron la política fueron sujetas a fuertes multas o se vieron obligadas a entregar a sus hijos. Las autoridades chinas se jactaron de haber evitado aproximadamente 400 millones de nacimientos.
En octubre de 2015 se promulgó la política del hijo único para alentar a las parejas a tener más hijos; con el PCCh lanzando el lema: “Todas las familias deberían tener dos hijos”. La política de dos hijos se amplió aún más en mayo de 2021 para permitir tres hijos por pareja.
