En una reciente entrevista con la revista Time, el presidente de Chile, Gabriel Boric, criticó la gestión de Nayib Bukele, mandatario de El Salvador y -como era de esperarse- este último le respondió.
Boric cuestionó a Bukele -entre otras cosas- por no participar en las cumbres multilaterales y por su manera «autoritaria» y que «socava la democracia» de abordar los conflictos de El Salvador.
“No lo conozco personalmente y no ha participado en cumbres multilaterales. Y si decide libremente no participar, eso es sospechoso. ¿Por qué no enfrentarse al escrutinio de sus pares?”, cuestionó el mandatario chileno.
“Por lo que he estudiado y mis conversaciones con los salvadoreños, sí hay una deriva autoritaria para enfrentar un problema realmente grave: las pandillas. Sé que es una situación realmente difícil y que hay que enfrentarla con mucha decisión, pero eso no se puede hacer socavando la democracia”, agregó.
“No me siento muy identificado con la forma en que Bukele está liderando su gobierno. Imagino que él podría decir lo mismo de mí”, señaló el mandatario chileno.
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Bukele utilizó Twitter para comentar los dichos de Boric y fue muy escueto pero directo: “Lo importante no es que no se sienta identificado conmigo, sino si mis hermanos chilenos se sienten identificados con él”, escribió.
En parte, probablemente Bukele se refería al referéndum donde los chilenos tenían que votar el pasado domingo sobre si cambiaban o no la constitución. Boric apostó todas sus fichas al «Apruebo», pero la redacción del borrador era demasiado radical y el 62% de los chilenos la desaprobó.
El exlíder estudiantil de tendencia izquierdista Gabriel Boric asumió como presidente de Chile el 11 de abril de 2022. Una de sus principales promesas de campaña fue la de elaborar una nueva Carta Magna, lo cual era voluntad del pueblo de acuerdo al plebiscito de 2020, realizado luego de las violentas protestas de 2019. Sin embargo, el proceso no ha sido sencillo y ahora se refleja que al pueblo chileno -gran parte de él conservador o moderado- no le agradó la idea de volver «progresista» la Carta Magna.
Muchos también critican la forma tibia y progresista de Boric para tratar los conflictos de larga data en Chile, por ejemplo el de los mapuches.
Boric -con un discurso progresista- quiso apelar al diálogo para solucionar el conflicto, pero el problema de fondo es mucho más grave de lo que creía y la violencia mapuche también.
Este grupo indígena exige retirar de sus tierras a las empresas forestales y recibir el pago por los territorios ocupados, de lo contrario realizan motines, sea quien sea el presidente. También exigen la liberación de presos mapuche.
Este grupo ha protagonizado sucesivos episodios de violencia, entre ellos la quema de dos templos, uno católico y otro evangélico, y la toma del Sitio histórico matanza de Mulchén: Fundo Carmen y Maitenes de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), un hecho divulgado además en un video por Facebook por Alianza Territorial Mapuche, donde seis encapuchados armados amenazaron que responderían ante un intento de desalojo.
Bukele y su «manera» de tratar los conflictos
Por otro lado, Bukele ha demostrado otra manera -casi opuesta a la de Boric- de abordar los conflictos de larga data en El Salvador, por ejemplo el de las pandillas. Aunque por eso, algunos lo han tildado de autoritario e incluso ha recibido denuncias de ONG de derechos humanos.
Desde el 27 de marzo, El Salvador vive bajo un régimen de excepción con el fin de frenar el «incremento desmedido» de las muertes atribuidas a las pandillas, como la temida Mara Salvatrucha (MS-13). El operativo especial de la policía para detener pandilleros comenzó luego de un sangriento fin de semana en el que se registraron 87 homicidios.
El régimen de excepción supone la suspensión de algunas garantías constitucionales y se puede aplicar «en casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia u otra calamidad general o de graves perturbaciones del orden público».
En el vigente Estado de Excepción en El Salvador se ha reportado la detención de al menos 50.500 personas, a las que acusan de pertenecer a las pandillas.
“Cero homicidios. Julio y agosto 2022 se convierten en los dos meses más seguros de nuestra historia”, escribió en Twitter el mandatario salvadoreño, pocas horas después de responder a Boric. Posteriormente, actualizó la información para destacar que «gracias a Dios» en lo que va de septiembre no se ha perpetrado ningún homicidio.
A pesar de la mirada reprobatoria de de la comunidad internacional hacia Bukele, cabe destacar que el 95% de los salvadoreños califica como «positiva» la gestión del gobierno en el área de seguridad, de acuerdo a una reciente encuesta de la consultora Gallup.
