Ante el incremento de la violencia en las manifestaciones de indígenas mapuches, el gobierno del presidente de Chile, Gabriel Boric, volvió a militarizar este lunes la región de La Araucania y decretó estado de emergencia en el sur del país.
De esta forma, el presidente de izquierda Gabriel Boric dio un giro a su postura sobre cómo abordar el recrudecido conflicto entre el Estado y los grupos mapuches.
Se trata de una medida impuesta por el expresidente Sebastián Piñera que Boric había criticado cuando era diputado y que -como presidente- había levantado a fines de marzo en cumplimiento a una promesa de campaña.
”Hemos decidido hacer uso de todas las herramientas para brindar seguridad”, señaló la ministra del Interior, Izkia Siches, cuando anunció que se volverán a desplegar militares en el sur del territorio.
«Es evidente que en el último tiempo hemos tenido un aumento de los actos de violencia en las rutas, hemos sido testigos de cobardes ataques», dijo la funcionaria en una declaración a la prensa desde el palacio presidencial.
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«Hemos decidido hacer uso de todas las herramientas del Estado para brindar seguridad a nuestros ciudadanos», destacó.
En los primeros días de asumido el gobierno en marzo, la propia Siches tuvo que interrumpir temporalmente su viaje a la zona de conflicto cuando se registraron disparos al aire.
El joven presidente Boric -con un discurso progresista- quiso apelar al diálogo para solucionar el conflicto, pero el problema de fondo es mucho más grave de lo que creía y la violencia mapuche también.
Este grupo indígena exige retirar de sus tierras a las empresas forestales y recibir el pago por los territorios ocupados, de lo contrario realizan motines, sea quien sea el presidente. También exigen la liberación de presos mapuche.
Alrededor de 1,7 millones de chilenos se declaran pertenecientes al pueblo mapuche.
Este grupo ha protagonizado sucesivos episodios de violencia, entre ellos la quema de dos templos, uno católico y otro evangélico, y la toma del Sitio histórico matanza de Mulchén: Fundo Carmen y Maitenes de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), un hecho divulgado además en un video por Facebook por Alianza Territorial Mapuche, donde seis encapuchados armados amenazaron que responderían ante un intento de desalojo.
También se atribuyen el ataque incendiario que destruyó 31 inmuebles en diciembre –dos días después de ganar Gabriel Boric la presidencia en la segunda vuelta– en la ribera del lago Lanalhue, en la región del Bío Bío.
En un comunicado, el movimiento armado, creado en 2020, indicó que el ataque era una represalia por la condena a ocho miembros de la comunidad mapuche del Valle de Elicura por el asesinato de un hombre en 2019.
