Hablando con TIME en Nueva York, la campeona de esquí Eileen Gu, quien nació en los EE. UU. pero compitió por la República Popular China (RPC) en los Juegos Olímpicos de Beijing 2022, anunció el 7 de junio que representaría la candidatura estadounidense para albergar los Juegos Olímpicos de 2030 o Juegos Olímpicos de Invierno de 2034.
Gu describió el papel como un «hermoso ejemplo de globalismo» y habló de «la capacidad que podemos usar para esquiar y podemos usar el deporte y podemos usar el deporte de invierno para conectar a las personas» en su entrevista con Sean Gregory de TIME.
Salt Lake City, que fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, también es la candidata estadounidense para la candidatura de 2030/2034.
“Salt Lake quiere específicamente convertirse en un destino global para que los atletas de todas partes vengan a entrenar allí y quieren incorporar 15 nuevos países a los Juegos Olímpicos de Invierno”, dijo. “Creo que es algo realmente hermoso y siempre lo he defendido, así que me siento muy honrada de ser parte de todo esto”.
Gu se convirtió en una celebridad sensación al ganar dos medallas de oro y una de plata en big air y halfpipe y slopestyle, respectivamente, para China.
Pero la modelo de 18 años, de ascendencia mixta china y blanca y oriunda de San Francisco, recibió críticas por su decisión de competir por la República Popular China comunista, así como por eludir temas políticamente delicados.
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Si bien Gu ha dicho que tiene la intención de convertirse en “un medio a través del cual las personas en China y Estados Unidos puedan mejorar su comunicación, comprensión y amistad”, muchos han dudado de sus intenciones, dados los enormes abusos contra los derechos humanos perpetrados por el Partido Comunista Chino (PCCh) — y el silencio de Gu sobre el asunto.
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Gu apoya las causas izquierdistas de «justicia social» en los EE. UU., incluidos Black Lives Matter y el feminismo, pero ha dicho que «no hay necesidad de ser divisivo» cuando se enfrenta a preguntas sobre el internamiento masivo de las minorías étnicas de China y los esfuerzos para destruir sus culturas por parte de los PCCh.
Creo que todo lo que hago tiene que ver con la inclusión. Y se trata de hacer que todos se sientan lo más conectados posible”, dijo al New York Times en una entrevista en febrero.
“Es difícil creer que Gu pueda ignorar las atrocidades de China. Sus entrenadores invariablemente la describen como culta y muy inteligente”, señala un artículo de opinión de Breitbart de John Hayward.
«¿Es genial ahora, elegir representar un estado policial totalitario sobre Estados Unidos?» preguntó retóricamente el comentarista político y comediante Bill Maher en un programa del 18 de febrero. “Al elegir el Equipo de China, Eileen Gu se convirtió en un símbolo viviente del triunfo de China sobre Occidente”.
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¿Quemando puentes?
La recepción de Gu en China continental tanto por parte del régimen como del público fue abrumadoramente positiva, y los internautas elogiaron su mandarín fluido además de su destreza deportiva (la mayoría de los atletas extranjeros reclutados para competir por China no pueden hablar chino).
Su primera medalla de oro para China fue tan celebrada que, según los medios estatales, sobrecargó temporalmente los servidores. De los 10 principales temas de tendencia en Weibo, cinco estaban dedicados a la adoración por la atleta estadounidense, llamada Gu Ailing en chino y apodada la «princesa de las nieves».
“Papá con Harvard, mamá con la Universidad de Beijing y Stanford, abuela atleta, ella misma hermosa y elegante”, dice una publicación que se compartió 115.000 veces en la época de los Juegos Olímpicos de 2022.
El régimen chino fue directo sobre sus expectativas para Gu y su equipo. “Obtén una mayor gloria para el Partido y el pueblo”, les instó una carta del 8 de febrero del Centro Administrativo de Deportes de Invierno de China.
Pero otros en China y en otros lugares han planteado preguntas sobre la nacionalidad de Gu, específicamente si ella, una ciudadana de la República Popular China, renunció a su ciudadanía estadounidense según lo exige la ley china.
Ya en febrero, los observadores comenzaron a ver que el entusiasmo por Gu Ailing se desvanecía entre las voces estatales de la República Popular China.
Como señala un comentario del 18 de febrero publicado por el Washington Post, Gu no sabía qué quería hacer después de sus victorias en los Juegos Olímpicos de China, y que esta incertidumbre podría ser perjudicial en el ambiente nacionalista fomentado por el Partido Comunista.
“Comentaristas influyentes en China están comenzando a cuestionar si la joven atleta que vive, creció y pronto asistirá a la universidad en los Estados Unidos siempre pondrá a China primero”, dijo el comentario del Post en ese momento.
En marzo, poco después de los Juegos Olímpicos de Beijing, Gu regresó a los Estados Unidos.
El martes 7 de junio, el portavoz del comité de la candidatura olímpica de EE. UU., Tom Kelly, confirmó que Gu era un «representante de atletas» en declaraciones hechas a AP. “Ella está trabajando con nosotros”, dijo Kelly, “pero no hemos elegido su título exacto”.
