El número de resultados positivos en las pruebas de PCR y de muertes atribuidas a COVID-19 sigue aumentando en Corea del Sur y en otros países con tasas de vacunación igualmente elevadas y otros regímenes de mandato extremo de COVID-19.
La semana pasada, el número de casos de las denominadas infecciones por COVID-19, que frecuentemente no son más que pruebas de PCR positivas, alcanzó en los últimos dos años la cifra de 10 millones -o casi el 20% de la población total- en Corea del Sur.
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Como el país sigue aumentando su frenesí de pruebas, no se espera que la cifra disminuya pronto.
Según las estadísticas proporcionadas por la Agencia de Control y Prevención de Enfermedades de Corea (KDCA), el número total de casos atribuidos al COVID alcanzó los 10.427.247 el 23 de marzo, con 490.881 nuevos casos sólo el martes.
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El contador oficial de muertes llegó a 13.432, 291 más que el día anterior. Al parecer, los crematorios y las funerarias están teniendo dificultades para seguir el ritmo de la creciente tasa de mortalidad.
La situación parece estar fuera de control, a pesar de que la tasa de aceptación de la vacuna a nivel nacional es del 87% de los vacunados en dos ocasiones y del 63% de los que han tomado el refuerzo.
Las autoridades hacen sonar las alarmas en todo el mundo, pero ¿es lo correcto?
Desbordamiento de cadáveres
Mientras tanto, las autoridades coreanas se pusieron manos a la obra y relajaron las restricciones para controlar desbordamiento de los cadáveres, permitiendo que sean incinerados en otros distritos menos poblados.
«La capacidad de los crematorios está aumentando», dijo el funcionario del ministerio Son Young-Rae, según Reuters. «Pero todavía hay diferencias regionales».
Aunque las autoridades ya aumentaron la capacidad de cremación en todo el país de 1.000 a 14.000 al día, las instalaciones de zonas especialmente densamente pobladas, como Seúl, todavía tienen que lidiar con un exceso de cuerpos en descomposición sin procesar, admitió el funcionario.
El Ministerio de Sanidad ha ordenado a 60 instalaciones de cremación que amplíen su horario de funcionamiento e incineren hasta siete cuerpos al día, frente al máximo anterior de cinco, además de que 1.136 salas de recepción de cadáveres aumenten su capacidad de almacenamiento.
Sólo en Seúl, un total de 28 instalaciones de incineración funcionaban al 114,5% de su capacidad, mientras que las de otras regiones, como Jeju y Sejong, lo hacían al 83%.
Con el número de pacientes en estado crítico constantemente en o por encima de 1.000, los funcionarios esperan que el número se multiplique hacia 6.000 en abril. La tasa de ocupación de la UCI se situó en el 64,4% el 16 de marzo, frente al 59% de dos semanas antes.
Mientras tanto, la tasa de mortalidad, que se duplicó en cuestión de semanas, sigue aumentando, y la cifra de muertos no deja de alcanzar los tres dígitos.
«El sistema médico está sometido a una presión considerable, aunque sigue funcionando dentro de un rango manejable», dijo el funcionario del Ministerio de Salud Park Hyang en una sesión informativa del 23 de marzo.
«En adelante nos centraremos más en los grupos de alto riesgo y haremos controles constantes para garantizar que no haya ningún punto ciego», añadió.
Otras terapias
Con la llegada de Omicron, las vacunas de Big Pharma no parecen funcionar. Los médicos están recurriendo a nuevos medicamentos farmacéuticos como la píldora de Molnupiravir de Merck, de marca Lagevrio, que las autoridades aprobaron de urgencia después de haber aprobado la píldora de Paxlovid de Pfizer.
