A un ciudadano con doble nacionalidad australiana y china se le negó el derecho a recibir servicios consulares después de ser arrestado por presuntos cargos de “subversión” en Hong Kong.
El hombre no identificado permanece tras las rejas tras ser detenido hace casi un año. Debido a que China no reconoce la doble ciudadanía, el hombre, que nació en Hong Kong, está siendo tratado como ciudadano chino y “será juzgado de acuerdo con las leyes de China”.
Después de repetidas solicitudes de que el hombre fuera devuelto a Australia para ser juzgado, el gobierno australiano, que ha tenido una relación cada vez más tensa con Beijing, expresó su preocupación por “la erosión de las libertades básicas y la autonomía en Hong Kong”.
La policía de Hong Kong dijo en un comunicado que las autoridades de Hong Kong notificaron a la embajada australiana tras la detención del individuo el 28 de febrero de 2021 y le comunicaron que iba a ser acusado de «conspirar para subvertir el poder del Estado» y que debía acudir al tribunal de magistrados de West Kowloon el 1 de marzo de 2021.
Fue nuevamente puesto bajo arresto durante esta audiencia judicial.
Después de 11 meses: ‘El individuo permanece detenido’
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“Funcionarios de nuestro consulado general asistieron a las audiencias judiciales posteriores”, dijo el 7 de febrero un portavoz del Departamento de Asuntos Exteriores y Comercio de Australia (Dfat).
“Sin embargo, se nos ha negado el acceso consular a pesar de múltiples intentos y el individuo sigue detenido porque se considera ciudadano chino según las leyes de ciudadanía de China, que no reconocen la doble nacionalidad”.
El acuerdo consular bilateral de Australia con China, incluido Hong Kong, solo permite el acceso a ciudadanos australianos que ingresaron con un pasaporte australiano.
Dfat agregó que los funcionarios estaban en “contacto regular” con los abogados del detenido y que “seguirían asistiendo a futuras audiencias judiciales”, dijo el portavoz.
“Australia y muchos otros países han expresado su preocupación por la erosión de las libertades básicas y la autonomía en Hong Kong y han pedido a las autoridades chinas y de Hong Kong que cumplan con sus obligaciones de derechos humanos”, agregó el departamento.
“La Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong podría interpretarse de manera amplia y, por lo tanto, dar como resultado una detención arbitraria o carente de transparencia, así como la eliminación de los derechos individuales básicos”.
La ley de seguridad nacional causa estragos en las libertades civiles de Hong Kong
Beijing impuso la ley de seguridad nacional de gran alcance en Hong Kong en junio de 2020 en respuesta a meses de protestas a favor de la democracia en 2019, lo que provocó acusaciones de activistas y grupos de derechos humanos de que China estaba atacando los derechos y libertades que antes garantizó como parte de la entrega de Hong Kong a Gran Bretaña en 1997.
Además, la ley de seguridad nacional exige un máximo de cadena perpetua por hablar en contra del régimen chino u otras expresiones “consideradas peligrosas”.
Los expertos creen que la ley contradecía la Declaración Conjunta Sino-Británica de 1984, en la que China prometía garantizar las libertades civiles de Hong Kong durante al menos 50 años después de que el Reino Unido devolviera la ciudad a la soberanía china.
Desde que se promulgó esta ley, más de 160 personas han sido detenidas, entre activistas y periodistas de medios de comunicación a favor de la democracia.
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El senador de Australia Meridional, Rex Patrick, quien preguntó por primera vez sobre el asunto al Senado de Australia en octubre, dijo que tenía “graves preocupaciones por este individuo, junto con los demás detenidos arbitrariamente por el Partido Comunista Chino (PCCh)”.
“Su arresto destaca la difícil situación de los más de 100 hongkoneses que han sido arrestados y acusados desde que comenzó la represión del PCCh en Hong Kong”, dijo Patrick.
Elaine Pearson, directora de Human Rights Watch en Australia, también dijo que este último caso era «preocupante» ya que el régimen chino intenta ejercer su control autoritario sobre Hong Kong.
«La draconiana ley de seguridad nacional de Hong Kong es una hoja de ruta para la represión: criminaliza todo tipo de activismo y crítica pacíficos, que normalmente no tienen importancia en una democracia», dijo Pearson.
«Nos preocupa profundamente que todas las personas sean procesadas en virtud de la ley de seguridad nacional, y es preocupante ver que incluso un ciudadano australiano con doble nacionalidad se enfrenta a cargos de subversión», añadió.
