El nombre científico de estos lunares rojos es Nevus Rubi, Angiomas o Nevus cherry y suelen medir entre 1 a 4 milímetros. Aparecen en especial en gente de piel muy blanca. ¿La buena noticia? No suelen ser peligrosos, pero si hay muchos en mucha cantidad deberemos acudir al médico para un chequeo.
La verdad es que los especialistas relacionan estos lunares con problemas en el hígado o a una mala dieta alimenticia que acumula toxinas en nuestro organismo.
Por lo general, los encontramos en zonas como las axilas, piernas, brazos, espalda y pecho. Pero si están en la cara, manos o partes expuestas del cuerpo suelen deberse a la exposición excesiva al sol.
Aunque ya dijimos que no son graves, si ves que son irregulares, rugosos y miden más de 6 milímetros, es fundamental que consultes con un dermatólogo. Tampoco te descuides si aparecen en muchas cantidades en el área del tórax.
¿Cómo prevenir la aparición de lunares rojos en la piel?
Los expertos nos dicen que para evitar que nos aparezcan los lunares rojos y suavizar su incidencia, es limpiar nuestros intestinos y ayudar al hígado a fortalecerse. Estos son algunos consejos:
- Intenta beber al día al menos dos litros de agua.
- Consume abundantes vegetales frescos, también jugos. Es muy beneficioso que tomemos zanahoria, alcachofa y apio.
- El alga espirulina, por ejemplo, es perfecta para absorber las toxinas que se encuentran en el intestino.
- Introduce en tu dieta el aguacate, así como el aceite de oliva.
- Empieza las mañanas con un vaso de jugo de limón que es muy bueno para purificar y eliminar toxinas.
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Si tenías la duda de qué eran ahora ya lo sabes. Generalmente aparecen en personas mayores a los 40 años, pero quizás puedan aparecer antes y muchas veces no quedan muy estéticos.
Siempre es importante mantener una dieta sana y equilibrada para así evitarlos.
El presente artículo es de carácter informativo y no pretende reemplazar la consulta con su médico o dermatólogo.
