Los ejecutivos de las principales empresas estadounidenses han enfatizado su compromiso con el mercado chino a pesar del empeoramiento de la situación bajo el gobierno del Partido Comunista y el aumento de las tensiones geopolíticas.
Una historia reciente de la emisora estatal de Beijing China Global Television Network (CGTN) promocionó la actitud de los líderes empresariales como una señal de que no era deseable que Estados Unidos se «desvinculara» de la economía china.
El portavoz citó a Elon Musk, director ejecutivo del fabricante de automóviles eléctricos de lujo Tesla, quien describió las economías estadounidense y china como «gemelos unidos».
Tesla ocupa un lugar destacado en China con su fábrica Shanghai Giga, que produjo 700.000 unidades de su automóvil Model 3 en 2020, antes de sufrir severos contratiempos en la producción debido a los draconianos bloqueos «cero-COVID» del Partido Comunista Chino en la ciudad.
Otro jugador importante en el mercado global es el gigante del café Starbucks, cuyo nuevo CEO global, Laxman Narasimhan, anunció que hará todo lo posible por China y planea abrir 9.000 tiendas para 2025, convirtiendo a China en el mercado de referencia para el tostador de granos.
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Una situación similar se puede ver con General Motors (GM), cuya CEO Mary Barra también visitó China este año; Los funcionarios de Shanghái persuadieron a la empresa para que aumentara la inversión en la ciudad, incluida la investigación y el desarrollo.
CGTN afirmó que la actitud de los ejecutivos muestra el atractivo perdurable de China basado en su «gran tamaño» y «capacidades de fabricación».
La red observó la importancia de la empresa conjunta de GM como contribución al «gran éxito» Hongguang MINIEV, una marca de vehículos de nueva energía (NEV) que se convirtió en el modelo más vendido en China el año pasado.
Para hacer negocios en China, las empresas internacionales deben asociarse con empresas chinas. Sin embargo, el Partido Comunista Chino (PCCh) no hace cumplir correctamente sus leyes de derechos de autor o propiedad intelectual, sino que alienta el espionaje industrial y las transferencias tecnológicas coercitivas.
‘Sin juzgar si está bien o mal’
El gigante del calzado Nike previamente tuvo que dar marcha atrás en sus declaraciones críticas en 2021 sobre la posibilidad de que algunas de sus materias primas pudieran haber sido suministradas bajo trabajo forzado por los uigures en Xinjiang.
El consejero delegado de Nike, Jack Donahoe, declaró que los procesos de su empresa están en consonancia con los valores de la China comunista, incluso en toda la cadena de suministro. Subrayó que China es un mercado «muy importante» para el fabricante de calzado, y destacó la presencia de cuatro décadas de la marca en el país, con más de 7.000 tiendas.
El minorista en línea Amazon también demostró su extraordinaria indulgencia cuando se trata de adherirse a los estándares éticos de los negocios.
En 2018, Amazon describió algunos de los «problemas centrales» que enfrentó en China en un documento informativo interno. “El control ideológico y la propaganda es el núcleo del conjunto de herramientas para que el partido comunista logre y mantenga su éxito… No estamos juzgando si está bien o mal”, afirma un documento visto por Reuters.
Aún así, Amazon sorprendió incluso a los entusiastas de China cuando ofreció una serie de discursos y escritos de Xi Jinping en su sitio web chino.
Se deshabilitaron las calificaciones y los comentarios sobre los libros del líder chino.
Además de Tesla, Starbucks y General Motors, otras empresas han elogiado las relaciones laborales con China, como Apple, que se beneficia de que el país sea un centro de fabricación fundamental para el hardware de Apple y un importante mercado de ventas, escribió el artículo de CGTN.
“No podríamos estar más emocionados”, declaró el CEO de Apple, Tim Cook, durante una visita al Foro de Desarrollo de China en Beijing en marzo. “China y Apple crecieron juntas… y esta ha sido una especie de relación simbiótica”, afirmó Cook.
Reuters contribuyó a este artículo.
