Un estudiante de secundaria de Florida de 17 años fue acusado de delito grave de agresión con daño corporal, luego de dejar inconsciente y luego golpear brutalmente a un miembro del personal después de que, según los informes, ella le quitó su Nintendo Switch durante la clase.
La víctima anónima es un «paraprofesional» que trabaja en la escuela. Un paraprofesional es una persona que trabaja en una escuela secundaria bajo la supervisión de un maestro certificado o con licencia.
El incidente ocurrió el 21 de febrero en la Escuela Secundaria Matanzas ubicada en Palm Coast, Florida.
El inquietante video del incidente se ha vuelto viral en varias plataformas de redes sociales.
En las imágenes de vigilancia, se puede ver al estudiante, que según los informes mide 6’6″ (198 cm) y pesa 270 libras (122 kg), tirando a la víctima al suelo, lo que la dejó inconsciente, y luego procede a patearla y golpearla en la cabeza aproximadamente 15 veces.
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“El estudiante de 17 años fue transportado al Centro de Detención de Reclusos del Sheriff Perry Hall y luego entregado al Departamento de Justicia Juvenil. El estudiante ha sido acusado de un delito grave de agresión con daños corporales”, se lee en un comunicado de prensa sobre el asunto.
El estudiante dijo que estaba molesto después de que la víctima le quitara su Nintendo Switch durante la clase.
“Las acciones de este estudiante son absolutamente horrendas y completamente innecesarias”, dijo el alguacil Rick Staly en un comunicado de prensa. “Esperamos que la víctima pueda recuperarse, tanto mental como físicamente, de este incidente. Afortunadamente, los estudiantes y miembros del personal acudieron en ayuda de la víctima antes de que llegaran los SRD. Nuestras escuelas deben ser un lugar seguro, tanto para los empleados como para los estudiantes”.
“La creación de un entorno de trabajo y aprendizaje seguro en nuestros campus es fundamental. La violencia nunca es una reacción apropiada”, dijo la superintendente de las escuelas de Flagler, Cathy Mittelstadt, informó WWL Radio New Orleans.
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Pandemia de violencia
Según un informe de la Asociación Estadounidense de Psicología, publicado en marzo de 2022, durante la pandemia, “Uno de cada tres maestros (33%) reportó al menos un incidente de acoso verbal o conducta amenazante por parte de un estudiante, y el 29% reportó al menos un incidente de un padre de un estudiante”.
El estudio encuestó a 14.966 participantes, 9.370 maestros, 860 administradores, 1.499 psicólogos escolares y trabajadores sociales, y otros 3.237 miembros del personal escolar de prekínder a grado 12, de los 50 estados y Puerto Rico.
El estudio encontró que el 14% de los maestros informaron incidentes de violencia física por parte de un estudiante, mientras que el 18% de los psicólogos y trabajadores sociales escolares, el 15% de los administradores escolares y el 22% del resto del personal escolar informaron «al menos un incidente violento por parte de un estudiante durante el pandemia».
La violencia está afectando a los educadores con casi la mitad de los encuestados expresando su deseo de cambiarse de escuela o abandonar la profesión por completo.
“La encuesta encontró que casi la mitad (49%) de los maestros expresaron un deseo o un plan de renunciar o transferirse a otra escuela. Más docentes informaron un deseo de renunciar (43%) que de transferirse (26%)”, dice el informe, y agrega que, “aunque no tan alto como entre los docentes, un gran porcentaje de psicólogos escolares y trabajadores sociales escolares (34%), los administradores escolares (31%) y otro personal escolar (29%) también informaron un deseo o un plan para renunciar o transferirse”.
Susan Dvorak McMahon, presidenta del Grupo de trabajo de la APA sobre la violencia contra los educadores y el personal escolar, que realizó la encuesta, dijo: “A medida que los maestros y las escuelas aprenden a adaptarse a las realidades de la educación durante el COVID, es importante comprender las preocupaciones sobre la seguridad escolar y cómo es mejor abordarlos para crear un ambiente efectivo y seguro para los estudiantes, maestros y personal escolar”.
“La violencia contra los educadores es un problema de salud pública y necesitamos soluciones integrales basadas en la investigación”, dijo McMahon. “Las decisiones actuales y futuras de abandonar el campo de la educación afectan la calidad de nuestras escuelas y las próximas generaciones de estudiantes, maestros y líderes escolares en la nación. La violencia física y verbal dirigida contra el personal de la escuela puede estar exacerbando los informes de alto estrés, transferencias y abandono de la profesión”.
