El yuan de China se afirmó en una proporción de casi 7:1 frente al dólar estadounidense cuando el régimen comunista anunció medidas que marcaron un cambio radical en su dura política de cero COVID de tres años que ha golpeado su economía y provocado protestas históricas.
El miércoles 7 de diciembre, la Comisión Nacional de Salud de China eliminó los requisitos de cuarentena más autoritarios para las personas sin síntomas o con síntomas leves de COVID-19 y relajó el régimen de pruebas de ácido nucleico, bajo el cual millones de personas se han visto obligadas a esperar en la fila durante periodos prolongados.
En lugar de ser enviados a campos de cuarentena «fangcang», aquellos que no sufran síntomas graves pueden ponerse en cuarentena en casa. Mientras tanto, el NHC ha pedido bloqueos para edificios individuales o incluso pisos, en lugar de comunidades enteras como se requería anteriormente.
Beijing prohibió específicamente el bloqueo de puertas y salidas de incendios, algo que a menudo hacen los celosos encargados de hacer cumplir la ley “cero-COVID” para mantener a las personas confinadas en sus hogares.
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El anuncio fue la señal más fuerte hasta el momento de que China está preparando a su gente para vivir con la enfermedad, aunque los analistas dicen que el camino para reabrir completamente la economía será largo, accidentado y no exento de riesgos.
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Sin embargo, los inversionistas también estaban digiriendo datos sombríos que mostraban que las exportaciones e importaciones de China se contrajeron a su mayor ritmo en al menos dos años y medio en noviembre.
“Creo que las medidas (COVID) se vieron eclipsadas por la caída de las exportaciones”, dijo Rob Subbaraman, jefe de investigación de mercados globales de Asia en Nomura.
“La reapertura de China será accidentada en los próximos meses y es probable que los datos económicos empeoren antes de mejorar”.
El yuan onshore subió un 0,26% a 6,977 por dólar.
Si bien la reapertura es una buena noticia para el pueblo chino, muchos internautas informaron que sus ciudades aún estaban implementando varias formas de control de epidemias que equivalían a bloqueos. Por ejemplo, un residente de Urumqi, Xinjiang, informó el 2 de diciembre cómo se requerían pruebas de ácido nucleico en momentos inconvenientes para la mayoría de la población activa de la ciudad, obligándolos efectivamente a quedarse en casa.
Los analistas de SinoInsider, una consultoría de riesgo político, también advierten que los intentos de reapertura del Partido Comunista Chino estarán sujetos a ineficiencias e incluso retrocesos, ya que los funcionarios pueden malinterpretar las directivas de la Central del Partido.
“El enfoque político de fuerza bruta y ‘atrévete a luchar’ del Partido no se presta a una administración cuidadosa, sino que genera confusión y genera nuevos riesgos a medida que los funcionarios llegan a los extremos o muestran incompetencia al adherirse a la nueva ‘corrección política’”, escribió Larry Ong, analista senior de SinoInsider, en un artículo del 21 de noviembre para Vision Times.
Otros observadores han advertido que la reapertura de China durante la temporada de gripe podría provocar oleadas de casos graves de COVID y muertes.
Dólar en punto muerto
El dólar cambió poco el miércoles después de que algunos de los bancos más grandes de EE. UU. advirtieran sobre una recesión inminente, según informó Reuters.
Los principales banqueros de JPMorgan Chase & Co, Bank of America y Goldman Sachs dijeron durante la noche que los bancos se preparan para un empeoramiento de la economía el próximo año, ya que la inflación y las altas tasas de interés reducen la demanda de los consumidores.
El billete verde subió un 0,32% frente al yen japonés, tras el avance del 0,16% del martes. Por su parte, el euro se mantuvo estable frente al dólar en 1,048 dólares, tras caer un 0,2% en la sesión anterior.
Los inversionistas están sopesando las perspectivas para el dólar estadounidense, que subió este año pero cayó en las últimas semanas debido a las expectativas de que la Reserva Federal podría detener pronto sus alzas en las tasas de interés.
Algunos inversores creen que la caída reciente ha ido demasiado lejos y que las preocupaciones sobre la economía mundial y las nuevas subidas de tipos de la Fed deberían impulsar la moneda.
“Hemos pronosticado una recesión en EE. UU., el Reino Unido, la zona euro y Japón… Es parte de nuestra línea de base”, dijo Joseph Capurso, jefe de economía internacional y sostenible de Commonwealth Bank of Australia.
“(Eso) proporcionará más apoyo al dólar estadounidense como moneda de refugio seguro”.
Frente a una canasta de monedas, el índice del dólar estadounidense subió menos de un 0,1% a 105,55.
La libra esterlina subió un 0,13% a 1,215 dólares.
El dólar australiano se mantuvo prácticamente estable en 0,6689 dólares después de que los datos mostraran que la economía de Australia se desaceleró un poco en el trimestre de septiembre, un día después de que el banco central del país señalara más aumentos de tasas para enfriar la inflación.
Reuters contribuyó a este informe.
