Los nuevos automóviles vendidos en Europa estarán equipados con un dispositivo de control de velocidad por la fuerza como medida de seguridad, pero los críticos temen que sea otra infracción a la autodeterminación civil y los derechos de propiedad.
El nuevo reglamento, que entrará en vigor el 6 de julio y se aplicará a todos los automóviles nuevos vendidos en la UE y Gran Bretaña, supuestamente tiene como objetivo reducir el riesgo de accidentes automovilísticos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Matthew Avery de Thatcham Research, un centro de investigación automotriz sin fines de lucro con sede en el Reino Unido, elogió las nuevas regulaciones en comentarios a Telegraph & Argus: “Muchos conductores quieren permanecer seguros y conducir dentro de la ley. Sin embargo, cambiar de un límite de velocidad a otro puede ser difícil y molesto. En este sentido, los sistemas de asistencia de velocidad inteligente ayudan no solo a mantener a los conductores seguros sino también legales”.
Sin embargo, no todos los conductores están convencidos de que las intenciones del Gran Gobierno son benignas y temen que se infrinjan los derechos de privacidad y que el gobierno se extralimite a expensas del derecho individual a la autodeterminación, lo que eventualmente puede conducir a la abolición de la propiedad de automóviles y la propiedad en general.
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El dispositivo de limitación de velocidad utilizará una cámara inteligente montada en su automóvil que puede leer e interpretar los letreros de las calles mientras utiliza una conexión al Sistema de posicionamiento global (GPS) para establecer la velocidad del automóvil y, según algoritmos impulsados por IA (Inteligencia Artificial), y enviar advertencias al conductor o tomar la iniciativa por sí mismo, reduciendo a la fuerza la velocidad del automóvil.
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La IA tiene a su disposición varios medios para advertir al conductor y empujar el comportamiento, como alertas intermitentes en el tablero, hacer vibrar el acelerador o incluso forzar el pedal del acelerador hacia arriba.
Si el maníaco de la velocidad es realmente persistente, el software tiene la capacidad de tomar el control y reducir el suministro de combustible al motor, obligándote a cumplir.
Se está preparando una ampliación de la ley, según los informes, para incluir a los coches más antiguos, que en este momento también están exentos de la regulación contra el exceso de velocidad.
Sin embargo, es muy poco probable y técnicamente imposible instalar un sistema de este tipo en automóviles construidos antes de 1990, pero quedan muchas formas burocráticas de mantener esas unidades fuera de las calles.
La administración Biden promueve el ‘interruptor de apagado’ en los automóviles
La regla de limitación de velocidad recuerda la HR 3684, más conocida como la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos que el presidente Joe Biden promulgó el año pasado.
La ley parece centrarse en la construcción de infraestructura y el mantenimiento de las carreteras, pero de hecho presenta un aviso sobre los automóviles que, para 2026, deberán estar equipados con «tecnología avanzada de prevención de la conducción en estado de ebriedad y bajo los efectos del alcohol».
Según el edicto, los vehículos nuevos estarán equipados con un «dispositivo de seguridad» para «monitorear pasivamente el desempeño de un conductor de un vehículo motorizado para identificar con precisión si ese conductor puede estar incapacitado».
Si bien el mandato puede parecer un plan benigno, el exrepresentante de EE. UU. Bob Barr señala las posibles desventajas de implementar tal decisión.
En primer lugar, cuando dice que el dispositivo está monitoreando «pasivamente», significa que está monitoreando constantemente cada uno de sus comportamientos sin parar y compartiendo quién sabe qué tipo de información con quién, argumentó Barr en un artículo de opinión de noviembre de 2021 para el Daily Caller.
Sin embargo, el sistema no solo monitorea pasivamente el comportamiento del conductor. También puede intervenir activamente y tomar el control del automóvil y obligarlo a reducir la velocidad o detenerse por completo, todo porque su conducción superó los perímetros definidos por el algoritmo.
Por lo tanto, es justo llamar al instrumento un «interruptor de apagado del vehículo», sostuvo Barr.
En tercer lugar, es un sistema abierto, lo que significa que cualquier tercero, cualquiera menos el propietario del automóvil, puede tener acceso a los datos del dispositivo.
Por último, Barr advierte que lo que implica el término «conducción en estado de ebriedad» no se ha ampliado adecuadamente en la legislación hasta el momento, lo que significa que en el futuro, depende de las agencias como el Departamento de Transporte o la Administración Nacional de Tráfico en Carreteras determinar si usted es culpable o si es elegible para conducir o ser dueño de un automóvil o no.