El gobierno argentino, encabezado por Alberto Fernández, ha reiterado su enérgico rechazo a las operaciones militares británicas llevadas a cabo en las Islas Malvinas. Estas operaciones, conocidas como «Cape Bayonet», involucran a diversas fuerzas británicas y, según Argentina, forman parte del despliegue militar de ocupación ilegal del Reino Unido en las Islas Malvinas.
Argentina considera que estos ejercicios constituyen una injustificada demostración de fuerza en un territorio que, a su juicio, es administrado ilegalmente por el Reino Unido. El país sudamericano afirma que estas maniobras militares contravienen las resoluciones de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, que instan a ambas naciones a reanudar las negociaciones para encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas.
En particular, Buenos Aires resalta que la realización persistente de ejercicios militares en el Atlántico Sur por parte del Reino Unido contraviene la resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que insta a ambas naciones a abstenerse de adoptar decisiones unilaterales que puedan modificar la situación en las Islas mientras están atravesando un proceso de negociación recomendado.
El ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Santiago Cafiero, ha acusado a la presencia militar británica en las Islas Malvinas de contraponerse a la voluntad de Argentina de resolver la controversia por medios pacíficos y ha calificado la alegada condición defensiva de la base militar británica en el Atlántico Sur como injustificada y una amenaza para toda la región.
En el reciente ejercicio militar «Cape Bayonet», llevado a cabo por el Comando Estratégico británico, participaron el Ejército Británico, la Marina y la Real Fuerza Aérea, centrado en el desarrollo de habilidades de liderazgo y la creación de resiliencia.
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El conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas ha sido un tema histórico y sensible para Argentina. En su Constitución, el país ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, considerándolas parte integrante de su territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del Derecho Internacional, es un objetivo permanente e irrenunciable para el pueblo argentino.
Cabe recordar que en la Guerra de Malvinas de 1982, se registraron bajas de 649 argentinos, 255 británicos y tres isleños. La disputa por la soberanía de las Islas Malvinas sigue siendo un tema de controversia y tensión en las relaciones bilaterales entre Argentina y Gran Bretaña.
