El ministro de Defensa de Italia dijo que su país está considerando optar por no participar en la Iniciativa de la Franja y la Ruta con China, calificándolo de un acto destructivo para ingresar al programa en primer lugar.
Aún así, queda por ver si la administración nacionalista conservadora de Italia cerrará realmente el puño contra el acuerdo comercial o si se trata sólo de palabrería obligatoria en vísperas de la renovación del acuerdo el año que viene.
Italia “suministra una carga de naranjas a China, China ha triplicado sus exportaciones a Italia”, dijo Guido Crosetto, cofundador y eminencia chauve del partido gobernante tradicionalista de derecha, Hermanos de Italia, según los medios italianos el 30 de julio.
“La decisión de unirse a la Nueva Ruta de la Seda fue un acto espontáneo y destructivo del gobierno de Giuseppe Conte”, agregó Crosetto, informó el diario Corriere della Sera.
“Lo ridículo es que París, que no se sumó a la iniciativa, vendiera aviones a Beijing por decenas de miles de millones de euros en ese momento”, prosiguió Crosetto.
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Es raro que un ministro de Defensa se meta en asuntos económicos y haga declaraciones públicas sobre estos temas. Sin embargo, resultó que a Crosetto también le preocupan las consecuencias militares que pueda tener el acuerdo sobre la Franja y la Ruta.
“Beijing se está volviendo cada vez más ofensivo”, continuó Crosetto, argumentando que Beijing no solo codicia el poder económico. “Hoy anuncia que será el jugador más grande a nivel militar”.
Describió la inversión de China en África como una “expansión cultural”, y el Partido Comunista Chino (PCCh) ya no oculta sus intenciones. “En los cómics, los chinos son retratados como libertadores y los occidentales como explotadores que necesitan ser expulsados”.
La postura dividida de Italia
Sin embargo, Crosetto no pudo encubrir que el gobierno se encuentra en una dolorosa postura dividida sobre China, ya que parece oponerse a China pero no está dispuesto a arriesgar las relaciones entre los dos países. “China es un competidor pero también un socio”, razonó.
A Giorgia Meloni, primera ministra de Italia desde el 22 de octubre de 2022, le costó mantener su credibilidad como crítica decidida de China al admitir que es una “paradoja” que Italia sea parte de la iniciativa china, a pesar de que ni siquiera está entre los países del G7 económicamente más desarrollados que más comercian con China.
Según Meloni, esto demuestra que es posible “tener buenas relaciones con Beijing sin participar en el ‘Belt and Road’” (la Franja y la Ruta), dijo el primer ministro en una entrevista con Fox News.
La soga de seda
Meloni solía ser considerada una firme partidaria de un Taiwán libre. El año pasado, dejó claro varias veces en conversaciones con medios de comunicación de Taiwán que veía diversas razones para no renovar el acuerdo de la «Nueva Ruta de la Seda», como también se le llama.
Entre ellos, criticó las acciones del régimen del Partido Comunista en Hong Kong, Xinjiang y las repetidas amenazas de violencia contra Taiwán.
“Decidiremos antes de diciembre”, dijo Meloni. Según Meloni, se necesitan conversaciones con el gobierno chino y el parlamento italiano sobre este tema, aunque antes de las elecciones del año pasado, prometió que Italia optaría por no participar en la Iniciativa, pase lo que pase.
El llamado Memorando de Entendimiento, sumado al acuerdo entre Italia y China, estipula que el acuerdo se renovará automáticamente después de cinco años.
Si una de las partes no tiene la intención de continuar. Debe notificar a la otra parte con anticipación, lo que significa que se renovará a principios de 2024 si el gobierno italiano no lo obstruye activamente.
La cuestión sigue siendo si el ruido en las altas esferas de los Hermanos sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta está motivado por verdaderos resentimientos hacia el programa o si son meros fines cosméticos.
