El expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, declaró ante la Policía este miércoles 26 de abril y negó cualquier responsabilidad en el asalto a los 3 poderes del pasado 8 de enero que aconteció mientras él se encontraba en los Estados Unidos.
Una semana después de que su sucesor izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo, algunos partidarios de Bolsonaro asaltaron y destrozaron los edificios del Tribunal Supremo, el Congreso y el palacio presidencial. Se espera que cientos de ellos sean juzgados.
Luego de las cuestionadas elecciones a fines del año pasado en Brasil, las manifestaciones ciudadanas siempre fueron pacíficas, hasta ese fatídico 8 de enero de 2023, donde los mismos seguidores de Bolsonaro -muchos de ellos que fueron con su familia- denunciaron que había infiltrados violentos.
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Antes y después de su declaración, Bolsonaro evitó todo contacto con los periodistas que hacían guardia en la sede de la Policía Federal en Brasilia, pero sus representantes legales dijeron que el líder conservador “explicó” la situación y negó haber alentado el intento de golpe de estado al gobierno de Lula da Silva.
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Fabio Wajngarten, exministro de Información y actual asesor de Bolsonaro, aseguró que el expresidente “repudió” ese mismo 8 de enero la invasión de los edificios públicos y eso se puede comprobar revisando sus redes sociales en posteos en los que condenó el asalto y rescató las manifestaciones, siempre que estas sean pacíficas.
El asesor también rechazó que el expresidente -quien gobernó entre 2019 y 2022- haya alentado el golpe con su negativa a reconocer públicamente el triunfo de Lula en los comicios de octubre pasado o que haya incitado a sus seguidores a protestar en forma violenta contra el proceso electoral.
“Con el fin de la elección, el presidente pasó la página, no articuló nada, se recluyó y viajó el 30 de diciembre a Estados Unidos”, aún en su condición de mandatario, y permaneció en ese país durante tres meses, afirmó Wajngarten. A su vez, dijo que Bolsonaro está dispuesto a colaborar y a presentarse nuevamente ante la Policía Federal.
Wajngarten también fue consultado por un video compartido por el expresidente, en el cual un fiscal del estado de Mato Grosso do Sul revela tesis sobre las elecciones de octubre y dice por ejemplo, que el pueblo brasileño no tiene “poder” sobre el proceso de conteo de votos. El asesor respondió que la intención era enviar el video a través de WhatsApp y no publicarlo en Facebook. La publicación fue eliminada unas dos horas después, pero fue motivo suficiente para que tilden a Bolsonaro como uno de los presuntos «autores intelectuales».
En este sentido, el proceso judicial que enfrenta Bolsonaro apunta a identificar a los “autores intelectuales” y a quienes financiaron los sucesos del pasado enero, por el cual fueron detenidas 2.151 personas, de las cuales 300 aún permanecen tras las rejas.
Lo que evidentemente busca la Justicia brasileña, de tendencia izquierdista, es inhabilitar a Jair Bolsonaro para que vuelva a postularse a un cargo público.
