El gobierno de Lula da Silva en Brasil se enfrenta a momentos de cambios y turbulencias luego de que el miércoles 19 de abril la edición brasileña de la cadena CNN mostrara imágenes que ubican al jefe del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de la presidencia en el foco de las manifestaciones del 8 de enero que irrumpieron en los 3 poderes.
CNN tuvo acceso exclusivo a las imágenes del circuito interno de 22 cámaras de la sede del Poder Ejecutivo y se analizaron por más de 160 horas.
De manera similar a lo que sucedió con el asalto al Capitolio el 6 de enero en EE. UU., el ministro y persona de confianza de Lula, Marco Gonçalves Dias, aparece en los videos guiando y abriendo puertas a los manifestantes. Unas 300 personas siguen detenidas por estar relacionadas con el episodio.
Por su parte, Gonçalves Dias renunció a la tarde del día siguiente a la publicación del video.
Mientras tanto, la administración de Lula da Silva busca evitar posibles responsabilidades por el escándalo de las grabaciones y -paradójicamente- el expresidente Bolsonaro fue citado a declarar por la Policía Federal de Brasil para el próximo miércoles 26 de abril.
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Tras la divulgación de las imágenes en medios y en redes sociales, diputados federales bolsonaristas exigieron que se llame a una Comisión Parlamentaria Investigativa (CPMI) del 8 de enero, algo que el oficialismo pidió en un principio pero rápidamente volvió para atrás.
Cabe destacar que Gonçalves Dias era un militar muy próximo a Lula, trabajó en la seguridad de la Presidencia en los dos primeros mandatos del líder izquierdista y de su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff, y se encargó de la seguridad de Lula durante la campaña electoral de 2022. Este último dato llama también la atención ya que no se entiende por qué los manifestantes -si eran bolsonaristas- hicieron todo lo que les indicaba esta autoridad que ellos no reconocían, incluso les indicó una salida de emergencia luego de cometer destrozos en el Palacio de Planalto.
En otra imagen, uno de sus asesores aparece conversando con los invasores del Palacio, saludándolos y hasta ofreciéndoles una botella con agua.
Luego de las cuestionadas elecciones a fines del año pasado en Brasil, las manifestaciones ciudadanas siempre fueron pacíficas, hasta ese fatídico 8 de enero de 2023, donde los mismos seguidores de Bolsonaro -muchos de ellos que fueron con su familia- denunciaron que había infiltrados violentos.
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Este episodio ha causado un revuelo político en Brasil y más desconfianza en la población, algo similar a lo ocurrido en EE. UU, luego de que recientemente el comentarista político Tucker Carlson revelara imágenes inéditas del asalto al Capitolio del 6 de enero donde los invasores hablaban tranquilamente por los agentes que los guiaban. En este sentido, un 65% de estadounidenses sospecha que los agentes federales provocaron los disturbios en el Capitolio de los Estados Unidos, según una encuesta publicada el 19 de abril por Rasmussen Reports.