Seymour Hersh, periodista de investigación estadounidense galardonado con el Premio Pulitzer, afirma que el Presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y sus ayudantes han malversado más de 400 millones de dólares estadounidenses en ayuda de guerra destinada a alimentar la respuesta de Ucrania a la invasión rusa.
Hersh también dice que el esfuerzo bélico de Zelenski está obteniendo combustible diesel nada menos que de Rusia, el país con el que Ucrania está en guerra, una guerra financiada en gran parte por los contribuyentes estadounidenses.
“Una estimación de los analistas de la Agencia Central de Inteligencia puso los fondos malversados en $400 millones el año pasado, por lo menos; otro experto comparó el nivel de corrupción en Kiev como cercano al de la guerra afgana, ‘aunque no saldrán informes de auditoría profesionales de Ucrania’”, escribió Hersh en una publicación secundaria sobre el asunto.
Hersh citó a un «funcionario de inteligencia estadounidense bien informado» que dijo: «Zelensky ha estado comprando gasóleo con descuento a los rusos. ¿Y quién está pagando por el gas y el petróleo? Nosotros. Putin y sus oligarcas están ganando millones».
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Describe un entorno en el que varios ministerios del gobierno ucraniano compiten para establecer empresas de fachada “para contratos de exportación de armas y municiones con traficantes de armas privados de todo el mundo, todos los cuales proporcionan sobornos”.
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Las empresas que proporcionan los sobornos residen en países como Polonia y República Checa, y se sospecha que otras son del Golfo Pérsico e Israel.
“No me sorprendería saber que hay otros en lugares como las Islas Caimán y Panamá, y hay muchos estadounidenses involucrados”, dijo a Hersh un experto no revelado en comercio internacional.
Al parecer, Zelensky se enfrentó a la corrupción rampante dentro de sus filas en una reunión celebrada el pasado enero con el director de la CIA, William Burns. Según Hersh, Burns y otros generales de alto rango y funcionarios del gobierno de Kiev estaban enfadados con Zelensky por su avaricia. «Se quedaba con una parte del dinero más grande de la que recibían los generales», dijo Burns.
En respuesta, Zelenski despidió públicamente a diez funcionarios que habían estado haciendo alarde de su nueva riqueza en las calles de Ucrania.
“Los diez de los que se deshizo se jactaban descaradamente del dinero que tenían, conduciendo por Kiev en su nuevo Mercedes”, dijo un funcionario de inteligencia a Hersh.
