La industria de los médicos ha sido inculcada con una campaña coordinada de adoctrinamiento ideológico izquierdista, advierte un ex decano asociado de la Universidad de Pensilvania y presidente de un grupo de defensa.
En una exclusiva publicada por el medio de comunicación derechista Breitbart News el 17 de marzo, Breitbart se basó en una conferencia que vio y que fue presentada ante «unos 130 médicos y profesionales de la medicina cerca de Richmond, Virginia, que ven su profesión amenazada por la atención racializada y la toma de decisiones médicas orientadas políticamente» por el Dr. Stanley Goldfarb, presidente del grupo Do No Harm y ex decano asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania.
Según Breitbart, Goldfarb les dijo a los asistentes que durante su tiempo como Decano Asociado, la asimilación a las ideologías marxistas como la Teoría Crítica de la Raza (CRT) estaba erosionando lo que antes era una escuela enfocada en la formación médica.
Goldfarb describió la educación médica como “en declive”, lamentando que el cambio se haya convertido en “preocuparse cada vez más por las condiciones sociales de donde provienen los pacientes”.
El impulso para adherirse a las líneas del partido CRT, Environmental Social and Governance (ESG) y Diversity Inclusion and Equity (DIE) también se ha convertido en una condición para la inscripción.
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Goldfarb fue citado diciendo que no solo se había empujado a los médicos a asistir a clases sobre el cambio climático, sino que se había convertido en un «requisito en muchas solicitudes de las escuelas de medicina de que los estudiantes explicaran la profundidad de su apoyo a la diversidad, la equidad y la ideología de inclusión».
“Si hay un centro de marxismo en los Estados Unidos, existe en las escuelas de educación”, dijo directamente el médico.
“Este movimiento dice que debemos tratar a las personas de manera diferente según el color de su piel”, agregó Goldfarb, haciendo referencia a una cita del fundador de CRT y conocido marxista Ibram Kendi.
El médico también afirmó que los sistemas médicos de Nueva York y Utah emplean un algoritmo en el que “si fuera un paciente negro, tendría tres puntos, y si fuera un paciente blanco, tendría cero puntos”.
Goldfarb contó a la audiencia una anécdota en la que se enmarcó una situación en el hospital de Harvard en un contexto en el que se enviaba a medicina general a pacientes negros con insuficiencia cardíaca y a cardiología a pacientes blancos.
Según el médico, la decisión de dónde internarlos no se basó en su raza, sino en sus expedientes médicos. No obstante, la administración de Harvard decidió comenzar a preguntar a los pacientes negros con insuficiencia cardíaca, pero no a los pacientes blancos, si les gustaría ir a medicina general o cardiología.
Las crecientes divisiones impulsadas por la narrativa están afectando la atención médica, dijo Goldfarb a Breitbart en una entrevista donde fue citado diciendo: “Hay un número creciente de pacientes negros que solicitan médicos negros y un número creciente de pacientes blancos que solicitan médicos blancos porque ninguno se siente serán tratados de manera justa mientras reciben atención médica.
Do No Harm se describe a sí mismo en su sitio web como un «grupo diverso de médicos, profesionales de la salud, estudiantes de medicina, pacientes y legisladores» que están «unidos por una misión moral» para «proteger la atención médica de una ideología radical, divisiva y discriminatoria».
“Llamamos la atención sobre la ideología radical de ‘antirracismo’ en el cuidado de la salud”, dice el grupo en su sitio web. “Está cada vez más integrado en la educación y capacitación médicas, la investigación médica, la práctica médica y la política pública médica, y promueve ideas divisivas y discriminatorias”.
“Esta realidad no es muy conocida, por lo que arrojamos luz sobre la magnitud del problema y ofrecemos soluciones concretas para solucionarlo”, agregaron.
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Las afirmaciones de Goldfarb son consistentes con la información disponible públicamente.
PriceWaterhouseCoopers tiene una parte completa en su sitio web sobre cómo «las organizaciones de salud pueden integrar las prioridades de ESG».
“Lo que es correcto para el mundo es bueno para los negocios”, afirma la firma.
PWC dijo que analizó 45 sistemas de salud y pagadores y 32 compañías farmacéuticas y de ciencias de la vida para llegar a la conclusión de que «las organizaciones de salud podrían obtener recompensas adicionales al incorporar también un enfoque más ambiental y de gobernanza en su estrategia general».
“Una mayor conciencia pública sobre la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa significa que las organizaciones pueden diferenciarse actuando temprano para desarrollar estrategias ESG que pueden mejorar la reputación con los clientes, empleados, inversores y analistas”, afirma el argumento de venta.
PWC caracteriza ESG como un «impulsor crítico para capturar oportunidades y mantenerse por delante de la vulnerabilidad».
En un ejemplo concreto, el laboratorio Johnson & Johnson, cuenta con una sección en su sitio web titulada Políticas y posiciones de ESG, donde la compañía afirma «combinar el corazón, la ciencia y el ingenio para cambiar profundamente la trayectoria de la salud para la humanidad».
“…la forma en que brindamos un impacto duradero está integrada en nuestra estrategia comercial”, una que implica implementar ESG, que según J&J “enmarca nuestras ambiciones, informa nuestras operaciones y crea responsabilidad para nuestra visión del futuro”.
En una página secundaria titulada Recursos ESG, J&J afirma estar «defendiendo la equidad en salud global, empoderando a nuestros empleados y promoviendo la salud ambiental».
Una tercera sección titulada Our Race to Health Equity afirma que la iniciativa se lanzó «con la audaz ambición de que juntos podamos crear un mundo en el que el color de su piel no sea un factor determinante de su acceso a la atención, la calidad de la atención o los resultados de salud» mientras invocaba a DIE para crear “un movimiento para reconstruir la atención médica desde una perspectiva diversa”.
“Johnson & Johnson aspira a ayudar a erradicar la injusticia racial y social como una amenaza para la salud pública mediante la eliminación de las desigualdades de salud para las personas de color”, dijo la compañía, señalando que destinó $100 millones para un plan de cinco años para “invertir y promover soluciones de equidad en salud”.
