Conocida popularmente como “Baba Vanga”, Vangelia Gushterova fue una mujer de origen búlgaro que se hizo muy famosa por sus clarividencias.
La mujer -que era ciega de nacimiento- pasó la mayor parte de su vida en Rupite, un área en las montañas Kozhuh de Bulgaria. Se creía que tenía habilidades paranormales, entre las que estaban la capacidad de ver el futuro y la de hablar con los muertos.
Baba Vanga falleció en el año 1996 a los 85 años y dejó, como legado para la humanidad, un listado de predicciones que se extienden hasta el año 5079.
Lo curioso de sus vaticinios es que tuvieron que ver con eventos conocidos en todo el mundo, tales como la abrupta muerte de la princesa Diana de Gales, el accidente nuclear de Chernóbil y la caída de la Unión Soviética.
Asimismo, en 1989 predijo el atentado contra las Torres Gemelas, ocurrido el 11 de septiembre de 2001 en Manhattan, Nueva York. “Dos aves metálicas chocarán contra los hermanos americanos, lobos aullarán desde los arbustos y la sangre de inocentes correrá por los ríos”, predijo en aquel entonces.
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Las profecías más recientes de Baba Vanga -que se dieron a conocer a finales de 2021- se cumplieron en 2022, tales como el conflicto bélico entre Rusia y las devastadoras sequías en las grandes ciudades debido al aumento de temperaturas, como ocurrió principalmente en Europa.
Estas son las cinco predicciones para el 2023:
Para el 2023, el panorama no parece muy alentador. De hecho, algunas de las profecías ya se están desarrollando, como por ejemplo la investigación de armas biológicas y las «granjas de bebés«.
- Ensayos con armas biológicas en humanos, en medio de la guerra de “un gran país”. Esto provocará “la muerte de millones de seres humanos” en el planeta.
- Explosión de una planta nuclear.
- Un cambio en la órbita de la Tierra, que acarrearía temperaturas altísimas, aumento de los niveles de radiación y una peligrosa suba del nivel del mar.
- Tormenta solar de magnitudes inimaginables, capaz de destruir las comunicaciones por satélite, el Internet y las redes eléctricas.
- Prohibición de los nacimientos humanos naturales. Los gobiernos impulsarían la producción de vida humana en los laboratorios y restringirían los nacimientos naturales.
Profecías: advertencias para evitar calamidades
En la antigüedad las profecías eran consideradas «advertencias divinas» sobre los grandes eventos en la Tierra que marcan la vida del hombre. Estos corresponden a lo que llaman “cambios del fenómeno celestial”.
En más de 5.000 años de historia, los antiguos chinos miraban al Cielo en búsqueda de respuestas y consideraban a las profecías como señales para que la humanidad rectifique ciertos comportamientos y evite así la llegada de catástrofes.
Los profetas tenían la misión de transmitir los elementos predeterminados por los dioses, incluso con muchísimo tiempo de anticipación. Por ejemplo Liu Bowen, fue un profeta chino que vaticinó el proceso de purificación del universo que -según ciertas interpretaciones- estaría transcurriendo actualmente.
Otros profetas destacados fueron el francés Nostradamus y el argentino Benjamín Solari Parravicini, cuyas profecías siguen teniendo repercusiones aún en la actualidad, aunque otras no pueden interpretarse o bien no se han cumplido.
Las profecías se dan en forma de acertijos y la iluminación a las mismas es también un proceso de introspección y una voluntad de cambio. Esta es la prueba para cada persona: si logra o no iluminarse a la verdad.
Esto también demuestra que existe cierto margen para cambiar el destino, que las catástrofes predichas no son absolutas y que podrían evitarse -al menos hasta cierto grado- si el hombre pudiera girar a tiempo su corazón hacia la bondad.
