La semana pasada, el Ministro del STF (Supremo Tribunal Federal) Alexandre de Moraes dio a la PGR (Procuraduría General de la República) un plazo de cinco días para pronunciarse sobre la solicitud de destitución del Ministro de Defensa, el General Paulo Sérgio Nogueira.
Dicha solicitud fue presentada por el diputado federal Marcelo Calero (PSD-RJ). En el documento entregado al STF, Calero alega declaraciones del ministro que ponen en duda el proceso electoral brasileño.
Estas declaraciones vienen a colación de un informe técnico que las Fuerzas Armadas presentaron el 9 de noviembre en el que no se excluyó la posibilidad de la de fraude o inconsistencia en las máquinas de votación electrónica y en el proceso electoral de 2022.
Asimismo, el 10 de noviembre, el Ministerio de Defensa publicó un comunicado que detalla tres cuestionamientos que cita el informe y que necesitan aclaración:
– Existió un posible riesgo de seguridad en la generación de programas a partir de las máquinas de votación electrónica debido a la ocurrencia de computadoras accediendo a la red del TSE durante la compilación del código fuente;
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– Las pruebas de funcionalidad de las encuestas (Prueba de Integridad y Proyecto Piloto con Biometría), en la forma en que fueron realizadas, no fueron suficientes para descartar la posibilidad de la influencia de un posible código malicioso capaz de alterar el funcionamiento del sistema de votación ; y
– Hubo restricciones en el acceso adecuado de los técnicos al código fuente y bibliotecas de software desarrollado por terceros, lo que imposibilitó comprender completamente la ejecución del código, que abarca más de 17 millones de líneas de programación.
Sin embargo, el juez de la Corte, de Moraes, hizo caso omiso a su pedido y se alineó a los parlamentarios que exigen la destitución del Ministro de Defensa.
La solicitud presentada por de Moraes a la procuraduría es que el general sea removido de inmediato y que se lleve a cabo una búsqueda e incautación en la oficina del ministro y la residencia oficial.
En este sentido, se buscarían pruebas de la participación de Paulo Sérgio Nogueira en las «negociaciones entre el mencionado Ministerio y las Fuerzas Armadas en la práctica de actos que amenazan la democracia brasileña».
La semana pasada, el diputado federal Elias Vaz (PSB-GO) también había demandado al STF contra Paulo Sérgio Nogueira. En la ocasión, el parlamentario presentó una denuncia penal contra el Ministro de Defensa por -según su perspectiva- haber generado “especulaciones golpistas”.
Recordemos que la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea brasileña escribieron un comunicado en el que respaldaban de alguna manera las manifestaciones populares y reafirmaban su compromiso con el pueblo brasileño.
de Moraes, el verdadero «enemigo» de Bolsonaro
Aunque desde el Tribunal Superior Electoral (TSE) el magistrado Alexandre de Moraes niegue cualquier polémica alrededor de las elecciones, los seguidores del actual presidente siguen en las calles rechazando al socialismo, pidiendo la intervención militar o nuevas elecciones transparentes.
Brasil cuenta con un sistema de voto electrónico muy cuestionado tanto por el presidente Bolsonaro como por millones de brasileños que exigían un voto impreso y auditable.
Sin embargo, su pedido fue desoído por el TSE en donde 9 de los 11 jueces fueron nombrados por mandatarios de izquierda y solo dos por Bolsonaro.
Al día de hoy, básicamente se puede decir que, de Moraes se ha convertido en el principal opositor real a Bolsonaro, un actor sin el que no hubiese sido posible la vuelta al poder del izquierdista Lula da Silva en Brasil, que eventualmente se materializará en enero próximo.
Mientras tanto, la posición de Bolsonaro ha sido cauta, prácticamente no ha realizado apariciones públicas y la transición con el gobierno del PT está en marcha, aunque el mandatario ha dejado en claro que él se apega a la Constitución.
