La OTAN continúa aumentando las tensiones con Rusia, ya que planea cambiar su centro operativo a Noruega y colocar armas nucleares en Finlandia mientras tiene botas sobre el terreno en Ucrania.
Según un artículo del 2 de noviembre en la publicación en idioma noruego Verdens Gang (VG), la OTAN está considerando trasladar su centro de comando conjunto europeo a Noruega.
Actualmente, el centro operativo de la alianza está ubicado en Brunssum, Países Bajos, pero se prevé que cambie a principios de 2023. Noruega será el centro de atención debido a su situación geográfica estratégica, dijo a VG el jefe de defensa de Noruega, Eirik Kristoffersen.
Además, la OTAN está considerando que los escandinavos dependan por completo de su defensa nacional en la rama norte de la Organización, que será coordinada por el Comando de Fuerzas Conjuntas en Norfolk, Virginia.
“La geografía y la planificación militar tienen una convergencia. Solo eche un vistazo al mapa: las áreas del Atlántico Norte con Escandinavia, Islandia, Groenlandia y el Reino Unido son una región geográfica natural, por lo que es natural que pertenezcamos al comando en Norfolk. Pero al final, depende de los políticos decidir”, afirmó Kristoffersen.
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“Nos complace que el área de responsabilidad del Comando de Fuerzas Conjuntas de Norfolk incluya a Noruega. Hemos trabajado para ello”, dijo el Jefe a VG.
“Esto significó que pusimos el mando del jefe del Cuartel General Operativo de las Fuerzas Armadas, FOH, bajo Brunssum para coordinar la actividad militar en nuestras áreas vecinas. El jefe de FOH ahora tiene un sombrero nacional y un sombrero de la OTAN”, dijo Kristoffersen.
Primacía nuclear
Mientras tanto, tras incorporarse a la liga el año que viene, Finlandia se ha comprometido a permitir la colocación de misiles nucleares de la OTAN en su territorio, cerca de la frontera rusa, a siete minutos de vuelo de Moscú, permitiendo a la alianza el lujo de un ataque de «Primacía Nuclear».
Según los expertos, citados por Modern Diplomacy, la actual estrategia de armas nucleares de Estados Unidos «crea exactamente lo que uno esperaría ver si un estado con armas nucleares estuviera planeando tener la capacidad de luchar y ganar una guerra nuclear desarmando a los enemigos con un primer ataque sorpresa».
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Esto puede verse en cierto sentido como una declaración efectiva de la guerra de la OTAN a Rusia, atrayendo a Rusia a ataques preventivos en los sitios de lanzamiento en Finlandia, si los conflictos escalan tanto.
Un ataque de Rusia a objetivos finlandeses invocaría la cláusula del Artículo 5 de la Alianza del Norte, que implica que toda la unión defenderá a sus países miembros tan pronto como se cuestione su integridad territorial.
Botas estadounidenses sobre el terreno
Además de un nuevo paquete de armas de 275 millones de dólares y otra ayuda que el Pentágono otorgó a Ucrania el mes pasado, también se ha confirmado que el personal militar de EE. UU. está presente en suelo ucraniano en este momento, informó Newsweek.
Sin embargo, los funcionarios del Departamento de Estado enfatizan que la presencia estadounidense en Ucrania se limita estrictamente a la inspección de armas, supervisando la distribución de armamento y asegurándose de que las armas no terminen en el mercado negro o incluso en manos rusas.
“Un pequeño número de fuerzas militares de EE. UU. dentro de Ucrania ha comenzado recientemente a realizar inspecciones in situ para garantizar que las tropas ucranianas rindan cuentas adecuadamente de las armas proporcionadas por Occidente que reciben”, dijo un alto funcionario de defensa de EE. UU., informó el Washington Post.
El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, aseguró que el personal estadounidense no operaría “cerca de la línea del frente”, pero aseguró que se dirigen a donde “las condiciones de seguridad lo permitan”.
Pero, por supuesto, a pesar de que la Casa Blanca puede negarlo con vehemencia, el personal estadounidense estacionado en las bases del ejército de Ucrania y los escondites de armas los ponen en peligro de los ataques rusos.
Forma, por lo tanto, una posibilidad seria para la escalada del conflicto y un paso más para arrastrar a los EE. UU. a una situación de combate directo con Rusia.
