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El Salvador pasó de ser un país importador a exportar $33 millones de energía eléctrica

Published: 6 de octubre de 2022
Bandera patria de El Salvador (Twitter @PresidenciaSV)

El Salvador pasó de ser un país importador de energía a exportar $33 millones entre enero y agosto de 2022, según indicó este 3 de octubre Douglas Rodríguez, el presidente del Banco Central de Reserva (BCR).

«Hemos exportado $33 millones en energía que ya no se utiliza en el país, sino que se suministra a otros países, siempre dependíamos de Honduras y Nicaragua», afirmó el funcionario.

Bajo el programa económico de Nayib Bukele, las exportaciones energéticas acumularon un aumento del 3.290% en comparación al mismo período del año pasado. 

En este sentido, el sector energético desempeñó un crecimiento notable en la generación de valor agregado para el PBI (producto bruto interno).

«Tenemos la capacidad de completar la matriz energética, incluso de exportar energía a países vecinos como Guatemala, nuestra energía es la más barata de la región», explicó Rodríguez.

Asimismo, explicó que El Salvador -que antes jamás había sido capaz de generar energía para satisfacer la demanda propia- ahora ha diversificado la matriz energética, y ya no solo dependen de centrales hidroeléctricas, sino que cuentan con energías geotermia, eólica, fotovoltaica y gas natural.

«Eso nos está colocando como un país dinámico, en desarrollo y con un ambiente económico favorable», destacó Douglas Rodríguez.

Este repunte, según el funcionario, se debe -en gran parte- a que comenzó a funcionar la planta de Gas Natural Licuado (GNL), ubicada en el puerto de Acajutla.

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Otras claves del éxito del plan energético de El Salvador

Mientras la mayoría de los países tiene problemas para abastecerse de energía, sobre todo en Europa debido a las sanciones a Rusia, el pequeño país centroamericano se destaca por sobre el resto. ¿A qué se debe?

En gran parte, se debe a que Bukele -alejándose de las políticas socialistas de intervenir las empresas, asfixiarlas con fuertes impuestos y regulaciones, o directamente expropiarlas- optó por favorecer las inversiones energéticas de capitales privados extranjeros.

“Esta obra es una prueba de que el dinero alcanza cuando nadie roba. Desde el 1 de mayo que entró en funcionamiento ya estamos viendo resultados positivos por parte de EDP [Energias de Portugal], en el cual El Salvador no ha importado ni un solo megavatio de energía y ha podido ser parte del apalancamiento de las medidas económicas, sosteniendo el precio de la energía”, anunció Bukele.

Asimismo -entre otras disposiciones- Bukele optó por la suspensión del impuesto a las tarifas de transporte y rebajó aranceles a la importación de insumos energéticos y productos alimenticios.

En enero de este año, el mandatario ya había anunciado que El Salvador no tenía déficit energético y que la razón por la que todavía no importaban energía era porque son parte de un mercado abierto regional.

«El Salvador no tiene déficit energético, de hecho, podemos producir el doble de la energía que consumimos. El consumo máximo de energía en El Salvador es de 1.030 MW, mientras que la capacidad instalada es capaz de producir 2.065,79 MW a partir de estas fuentes, explicó en un tweet.

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