El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, espera que China “tome en cuenta las recomendaciones” hechas en un informe de la Oficina de Derechos Humanos de la organización sobre la provincia de Xinjiang, dijo un portavoz de la ONU el jueves (1 de septiembre).
La “detención arbitraria y discriminatoria” de uigures y otros musulmanes en la región de Xinjiang por parte de China puede constituir un crimen de lesa humanidad, dijo el jefe de derechos humanos saliente de la ONU en un informe largamente esperado el miércoles.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien ha enfrentado críticas de algunos diplomáticos y grupos de derechos por ser demasiado blanda con China, publicó el informe minutos antes de que terminara su mandato de cuatro años. Visitó China en mayo.
China ha negado enérgicamente cualquier abuso en Xinjiang y emitió una respuesta de 131 páginas al informe de la ONU de 48 páginas.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo en el informe que se han cometido graves violaciones de los derechos humanos” en Xinjiang “en el contexto de la aplicación del gobierno de estrategias contra el terrorismo y contra el ‘extremismo’”.
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“El alcance de la detención arbitraria y discriminatoria de miembros de uigures y otros grupos predominantemente musulmanes… puede constituir crímenes internacionales, en particular crímenes de lesa humanidad”, dijo la oficina de la ONU en su sitio web.
Recomendó al gobierno chino que tome medidas inmediatas para liberar a todos los detenidos en centros de formación, prisiones o centros de detención.
“Hay indicios creíbles de violaciones de los derechos reproductivos a través de la aplicación coercitiva de las políticas de planificación familiar desde 2017”, dijo la oficina.
Agregó que la falta de datos del gobierno “hace que sea difícil sacar conclusiones sobre el alcance total de la aplicación actual de estas políticas y las violaciones asociadas de los derechos reproductivos”.
Los grupos de derechos humanos acusan a Beijing de abusos contra los uigures, una minoría étnica principalmente musulmana que cuenta con alrededor de 10 millones en la región occidental de Xinjiang, incluido el uso masivo de trabajos forzados en campos de internamiento. Estados Unidos ha acusado a China de genocidio.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, describió el informe como “completamente ilegal y nulo”.
Por Reuters. (Producción: Soren Larson)
