Los científicos comprobaron que un bello pájaro de plumas brillantes de Nueva Guinea es altamente tóxico. Se trata del “pitohui encapuchado”, una pequeña ave de cabeza negra que contiene un veneno que puede ser letal. De hecho este veneno es utilizado por las tribus autóctonas para realizar dardos venenosos.
Análisis en laboratorios respecto a estas toxinas confirmaron que las muestras del pájaro contenían batracotoxinas (BTX), un tipo de veneno que provoca entumecimiento, ardor y parálisis, e incluso puede provocar la muerte si el tóxico se consume en gran cantidad.
Investigaciones posteriores demostraron que estas aves cantoras almacenan toxinas en la piel, las plumas, así como los huesos y los órganos internos.
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Por otro lado, un equipo de investigadores norteamericanos descubrió que numerosas especies de pitohui utilizan veneno para defenderse de los posibles depredadores.
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Sin embargo, el ave no produce su propio veneno, sino que lo incorpora de afuera. Según los estudios más recientes, se convierten en venenosos al comer los escarabajos Choresine, que también contienen esa toxina.
La primera vez que se supo de esta ave fue a principio de los años noventa, cuando el naturalista y ornitólogo Jack Dumbacher atrapó involuntariamente en una red algunos ejemplares del pitohui encapuchado.
Cuando intentaba liberarlos, los pájaros lo arañaron y picaron. Para dejar de sentir dolor, Dumbacher succionó los arañazos y notó que lentamente se adormecían sus labios y más tarde le ardían.
Para confirmar lo que sospechaba, se metió en la boca una pluma de pitohui, observando los mismos efectos que ya había experimentado.
Posteriormente, cuando consultó a los nativos de Nueva Guinea sobre la especie, le dijeron que era conocida como “pájaro basura”, porque desprendía un olor nauseabundo cuando se lo cocinaba.
En este sentido, las tribus nativas de Nueva Guinea, han definido a este pájaro como «ave basura» básicamente porque no puede comerlo.
Por lo general, este tipo de culturas suele consumir todo tipo de animales y especies y viven principalmente de la caza.
No obstante, en el caso particular de estas aves, no es posible comerlas debido a los altos niveles de componente tóxico que poseen lo cual es muy peligroso para los seres humanos.
A pesar de ser muy bonito a la vista, el pequeño pitohui es muy peligroso. Esto comprueba una vez más que «las apariencias pueden engañar».
