El domingo 31 de julio, el incendio de McKinney en California aumentó drásticamente, quemó 50.000 acres (20.234 hectáreas) y creció hasta convertirse en el incendio más grande del estado en 2022, rompiendo el récord anterior establecido por el Incendio Oak.
El fuego de McKinney arde
Se cree que el incendio McKinney comenzó el viernes 29 de julio en el Bosque Nacional Klamath, cerca de la frontera con Oregón, donde se salió de control.
Si bien la causa del incendio sigue bajo investigación, es posible que haya sido provocado por rayos frecuentes, fuertes vientos y temperaturas, lechos de combustible secos y baja humedad relativa, dijo el Servicio Forestal de EE. UU.
“Los lechos de combustible están tan secos que pueden estallar con ese rayo”, dijo la portavoz del Servicio Forestal, Adrienne Freeman, según USA Today. “Estas células de trueno vienen con ráfagas de viento errático que pueden lanzar fuego en todas direcciones”, agregó Freeman.
El domingo por la noche, se informó que el incendio había quemado más de 80 millas cuadradas (207 km2), informó The Guardian.
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Según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire), el lunes por la mañana el fuego aún estaba contenido en un 0%.
El incendio de McKinney amenaza la ciudad de Yreka City, donde se ordenó la huida de 2.000 personas. Al mismo tiempo, incendios adicionales, causados por rayos en seco, continúan encendiéndose en el área.
En medio del caos, se ordenó a los residentes que evacuaran el área, pero algunos optaron por quedarse atrás. Entre los residentes que huían, Larry Castle y su esposa, Nancy, huyeron el sábado 30 de julio y se llevaron a sus perros para quedarse con su hija cerca del Monte Shasta. Tuvieron que dejar atrás algunas pertenencias valiosas, incluida la motocicleta de Larry.
“Miras hacia atrás en el incendio de Paradise y el incendio de Santa Rosa y te das cuenta de que esto es muy, muy serio”, dijo Castle al Sacramento Bee.
“Estoy aterrorizado de que mi casa se vaya a quemar, y lo he aceptado”, dijo Jonathan Dixon, cuya casa contiene una colección de preciadas obras de arte, a Los Angeles Times.
Otra residente, Jan Williamson, le dijo a Los Angeles Times que tuvo que dejar el equipo médico que necesitaba para ayudar a su hija, Leanne, que es tetrapléjica y tiene parálisis cerebral.
«Cuando la situación es especialmente mala, tenemos que dedicar uno o dos minutos cada vez, y simplemente conseguir pasar cada día», dijo la Sra. Williamson.
Un portavoz del Servicio Forestal, Tom Stokesberry, dijo que una «acumulación significativa de vegetación» estaba alimentando el incendio de McKinney.
“Es un incendio muy peligroso, la geografía allí es empinada y accidentada, y esta área en particular no se ha quemado en mucho tiempo”, dijo.
“Continúa creciendo con vientos erráticos y tormentas eléctricas en el área y estamos en temperaturas de tres dígitos”, agregó Caroline Quintanilla, vocera del Bosque Nacional Klamath.
Trágicamente, las autoridades confirmaron que dos personas fueron encontradas muertas en un automóvil dentro de la zona del desastre.
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El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia en el condado de Siskiyou el sábado, ya que las estructuras y la infraestructura se vieron amenazadas por el incendio.
Unos días antes del Incendio McKinney, el Incendio Oak también arrasó grandes extensiones de tierra y destruyó varias casas. El domingo por la mañana, Cal Fire informó que el 64 por ciento del incendio estaba contenido.
Incendios en los EE. UU.
En otros lugares, en EE. UU., las altas temperaturas han provocado incendios en otros estados.
En el noroeste de Montana, el incendio forestal de Elmo ardía cerca de la ciudad de Elmo, lo que llevó a los bomberos a correr para combatir las llamas con apoyo aéreo cercano.
El incendio de Moose en Idaho también está obligando a los ciudadanos a huir de la ciudad de Salmon, cerca del bosque nacional Salmon-Challis, donde el fuego quemó más de 75 millas cuadradas (194 km2) de bosque.
Los equipos de bomberos también estaban trabajando para combatir las llamas en Maui, cerca de Paia Bay, Hawái, el sábado por la noche.
Los bomberos en el norte de Texas también continúan luchando contra el incendio de Chalk Mountain, que comenzó hace dos semanas, lo que llevó la contención del incendio al 83 por ciento.
