Los conductores de Uber y Lyft protestaron ante los altos precios de la gasolina el martes 29 de marzo, formaron una caravana de autos y cruzaron el puente de Brooklyn hacia Manhattan hasta la sede de Uber, con la esperanza de recibir ayuda de la plataforma de transporte en línea.
Los precios de la gasolina han alcanzado cotas inusitadas desde principios de 2021, y la guerra entre Rusia y Ucrania agravó aún más una situación ya de por sí complicada por el aumento de la inflación mientras las autoridades imprimen billones de dólares para apuntalar la economía estadounidense.
El martes, el precio medio de la gasolina era de 4,24 dólares por galón, según la AAA. En 2020, los neoyorquinos podrían esperar pagar menos de 3 dólares por un galón.
Los coches llevaban carteles con lemas como «Los trabajadores de la App merecen un salario digno» y «Need Money 4 Gas». Otros carteles decían «Ayuda a los conductores locales de Uber/Lyft» y «¡Los precios de la gasolina están matando nuestros ingresos!».
Una pancarta decía «¡¡¡Toca la bocina!!!» – que recordaba al eslogan del reciente Convoy de la Libertad en Canadá que fue dispersado violentamente por las autoridades y sus líderes arrestados.
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Según el New York Post, los conductores de Uber que protestan ya intentaron pedir ayuda al gobierno de Nueva York, pero sin éxito. Un manifestante dijo al Post que el aumento de los precios de la gasolina -llenar el depósito de gasolina antes costaba 50 dólares, ahora cuesta 70- hace que «ni siquiera merezca la pena trabajar más porque estás usando más gasolina».
Los manifestantes buscan un «recargo por combustible» que se traslade a los clientes. También quieren que Uber reduzca la comisión que aplica a los viajes.
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Según los conductores entrevistados por The Post, tanto Uber como Lyft, una plataforma competidora, tardaron en reaccionar a las subidas de precios. Un conductor de 40 años describió cómo sus ingresos diarios se redujeron casi a la mitad. Normalmente, se llevaba a casa 100 dólares de los 200 pagados por los pasajeros, pero ahora el precio añadido de la gasolina reduce su beneficio a 50 o 60 dólares.
Otro conductor, de 37 años, dijo que Uber estaba «cobrando a los pasajeros una locura de dinero, pero no nos toca a nosotros», y que las autoridades de Nueva York no habían «regulado Uber como se supone que debe hacerlo».
«El alcalde y el Ayuntamiento pueden hacer más. Sólo están jugando con el tema. Esto no es una broma para nosotros. Nos está golpeando fuertemente en los bolsillos», dijo el conductor.
Un comunicado emitido por la Comisión de Taxis y Limusinas de Nueva York (TLC) dijo que estaba «revisando las peticiones de un recargo por combustible y esperamos tener conversaciones con los conductores y las partes interesadas de la industria.»
«La TLC siempre está interesada en apoyar a los conductores, especialmente en este entorno tan difícil», dijo el comisionado en funciones Ryan Wanttaja en el comunicado.
