El martes 30 de marzo, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, defendió su decisión de tomar medidas enérgicas y despejar los campamentos de personas sin hogar en la ciudad, ya que un grupo de trabajo creado para hacer frente a los campamentos informó de que 239 de los 244 campamentos de indigentes identificados fueron desalojados en las últimas dos semanas.
«No podemos tolerar estas casas improvisadas e inseguras en los márgenes de las carreteras, en los árboles, frente a las escuelas, en los parques. Esto no es aceptable, y es algo que no voy a permitir que ocurra», dijo Adams en una sala llena de periodistas durante una conferencia de prensa en Brooklyn.
«Pasamos por delante de gente que vive en cajas de cartón, en estas casas improvisadas e inhumanas, esto no está bien», dijo el alcalde, y añadió que «no hay nada digno en la gente que vive en la calle».
La iniciativa forma parte de la estrategia de Adams para limpiar los espacios públicos y poner en contacto a las personas que viven en la calle con la vivienda y los servicios sociales.
El grupo de trabajo comenzó a ocuparse de los campamentos el 18 de marzo, y dio a los residentes de los mismos un aviso de 24 horas para que abandonaran el lugar, dijo Adams en una reunión informativa el martes. La mayoría de los campamentos estaban situados en el bajo Manhattan.
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A los desalojados se les ofrecieron opciones de alojamiento, así como atención médica y de salud mental. Adams dijo que un total de cinco personas de los campamentos aceptaron alternativas de vivienda, un número que, según el alcalde, se espera que aumente.
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«Tenemos un largo camino por recorrer, pero lo estamos consiguiendo», dijo Adams.
Adams también apuntó a la Administración de Recursos Humanos de Nueva York, la mayor agencia de asistencia social de la ciudad, denunciando su «mal desempeño».
El 21 de marzo, el New York Post reveló que «unos 2.500 apartamentos financiados por la ciudad para los sin techo y los necesitados están vacíos».
Adams, al parecer, se enteró de las camas vacías a través de los reportajes de la ciudad, declarando: «Me despierto cada día y leo el periódico, algunas de mis mejores ideas provienen de algunos de los buenos reportajes de la ciudad».
Otro programa, dirigido a las personas sin hogar que viven en la red de metro de Nueva York, fue ciertamente más exitoso, ya que más de 300 personas aceptaron un alojamiento, según informó Bloomberg.
El plan consiste en proporcionar más de 500 camas para las personas que viven en el sistema de metro de la ciudad. Hasta la fecha, se han habilitado 350 camas.
Además, el martes, Nueva York abrió el centro Morris Avenue Safe Haven en el Bronx. El centro ofrece hasta 80 camas y servicios completos de atención primaria y asesoramiento en salud mental a las personas sin hogar de Nueva York.
La directora de políticas de la Coalición para los Sin Techo, Jacquelyn Simone, agradeció que se pusieran a disposición tantas camas, pero calificó de perjudicial y contraproducente la represión de los campamentos.
«Sino se ofrece a los neoyorquinos sin hogar un lugar mejor al que acudir, se trata de crueles tácticas de relaciones públicas que no abordan el verdadero problema, ni reducirán el número de personas sin hogar en nuestras calles y metros», dijo según Bloomberg.
De cara al futuro, Adams tiene previsto identificar y desalojar otros campamentos en toda la ciudad, al tiempo que reparte folletos de promoción de las instalaciones de Safe Haven.
