Una especie invasora es aquella que se introduce en un entorno diferente al de su lugar de origen y afecta en gran medida al nuevo ecosistema. A menudo son introducidas a propósito por el hombre con un propósito u otro. Otras veces, son transportadas por accidente, o quizás son «polizones» en los barcos. Todo lo anterior puede haber influido en el caracol chino invasor descubierto recientemente en Alberta (Canadá).
El caracol chino «misterioso» (Cipangopaludina chinensis) es un caracol de gran tamaño con una concha resistente que vive en los fondos de los ríos y lagos en busca de algas y otros materiales vegetales. Su nombre se debe al nacimiento de las crías, que aparecen «misteriosamente». Ante la preocupación de que este caracol chino invasor pueda amenazar su nuevo hábitat, los científicos recomiendan la contención como la mejor solución para evitar su propagación, ya que este caracol es tan hermético como un refugio antibombas.
Caracol chino: tan duro como piedra
En 2019, el primer caracol misterioso chino de Alberta fue descubierto por primera vez en el lago McGregor, al sur de Calgary. Estos caracoles misteriosos también se han encontrado en otras partes de la Columbia Británica, el este de Canadá y los Estados Unidos.
Nadie sabe cuándo o cómo exactamente estos caracoles emigraron al embalse. Megan Edgar, estudiante de maestría en ciencias de la Universidad de Alberta, cree que «la liberación humana o el transporte accidental» desde la Columbia Británica o la Costa Este pueden haber sido los responsables.
Los caracoles misteriosos chinos llegaron por primera vez a Estados Unidos en 1892 como un manjar, y entraron en los mercados de alimentos vivos de San Francisco. En la década de 2000, empezaron a aparecer poblaciones notables en la naturaleza.
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«Hay muchos factores diferentes que pueden transportar una especie invasora, por lo que es muy difícil determinar de dónde vienen», dijo Edgar.
La llegada del caracol misterioso chino al lago McGregor supone un problema potencial para el ecosistema, como suele ocurrir con las especies invasoras.
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Según Edgar, el caracol misterioso es más grande que los caracoles autóctonos, ya que mide unos cinco centímetros. Su tamaño le permite superar a los caracoles más pequeños para alimentarse.
«Los caracoles misteriosos chinos cambian la composición de las algas del lago, y pueden comer más algas, dejando menos comida para nuestras especies nativas», explicó Edgar.
Alterar un aspecto del hábitat altera todo el entorno. Como los caracoles misteriosos agotan la fuente de alimento de los caracoles autóctonos, esto afectaría drásticamente a todo el ecosistema alimentario acuático.
Sin embargo, un problema aún mayor es que el caracol misterioso chino cuenta con unas defensas increíbles. Nicole Kimmel, especialista en especies invasoras del Ministerio de Medio Ambiente y Parques de Alberta, dice que estos caracoles tienen un mecanismo de trampilla -el opérculo- que los protege de las amenazas externas.
«Son bastante complicados porque tienen esta trampilla que puede sellar completamente la concha del caracol durante semanas», explicó Kimmel.
Este duradero mecanismo es tan resistente que los caracoles pueden vivir nueve semanas sin agua, sobrevivir a la exposición a productos químicos y protegerse de los depredadores. Edgar también dijo que la concha del caracol actúa como camuflaje en el lecho del río.
«Esto los hace muy resistentes a cualquier tipo de depredación», dijo Edgar.
El caracol misterioso puede sobrevivir a casi todo y es probable que, con el tiempo, supere a otros caracoles.
Aunque producen menos crías que los caracoles autóctonos de Alberta, los caracoles chinos invasores siguen reproduciendo unos 19 caracoles en 15 meses.
Además de alterar la cadena alimentaria, el caracol misterioso puede obstruir las tuberías de agua y propagar enfermedades a otros animales acuáticos, según afirma en su página web el programa de investigación conservacionista Sea Grant, con sede en Wisconsin.
La contención es clave
Como los caracoles chinos invasores se están convirtiendo en un problema cada vez mayor, científicos como Edgar se apresuran a encontrar una solución para evitar que los caracoles se extiendan más allá de sus fronteras. Actualmente, la mejor estrategia es simplemente contener los caracoles hasta que se logre un avance.
Actualmente existe una orden ministerial en el lago McGregor, que anima a los usuarios de embarcaciones a «limpiar, drenar y secar sus equipos» para evitar que los caracoles se suban a sus barcos.
«Si la gente viene a los lagos, asegúrese de limpiar, escurrir y secar todo su equipo y asegurarse de que no están en su embarcación. Si los ven, pónganse en contacto con la línea de atención a las especies invasoras de Alberta y comuniquen al gobierno o a los investigadores lo que están viendo», dice la orden.
Dado que los caracoles misteriosos tienen una larga vida de cuatro años, pueden vivir lo suficiente como para ser transferidos a diferentes masas de agua si no son eliminados.
«El impacto en el ecosistema parece bastante elevado, así que no queremos poner en peligro ninguno de nuestros moluscos autóctonos ni el hábitat de los peces, así que ese es realmente el objetivo», dijo Kimmel.
Con la colaboración de Ila Bonczek.
