Un artículo de la BBC publicado el fin de semana informaba que muchachos de tan sólo 18 años que se ofrecieron como voluntarios para servir a las fuerzas armadas ucranianas están siendo enviados al frente de batalla tras un escaso entrenamiento de tres días.
El periodista Jeremy Bowen describió su experiencia con un grupo de adolescentes que entrevistó en un centro de reclutamiento cerca de Kiev. Tras una breve iniciación de tres días, se les situaba en la primera línea de batalla, o muy cerca de ella.
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Un voluntario de 18 años llamado Dmytro trató de asegurar a Bowen, y a sí mismo, que su entrenamiento de tres días había valido la pena: «Me acostumbré a mi arma. Aprendí a disparar y a actuar en la batalla, también muchas otras cosas que serán muy cruciales en la lucha con los rusos».
Su compañero Maksym, de 19 años, expresó sentimientos paralelos: «Me siento mucho más seguro que antes porque recibimos suficientes conocimientos en táctica, en artes marciales, en medicina táctica y en cómo hacer algo en el campo de batalla».
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La historia de Maksym y Dmytro parece corroborarse con el relato del voluntario británico Jake Priday, que habló con compañeros que habían recibido entre tres y cinco días de entrenamiento antes de ser enviados al frente, según un artículo del 11 de marzo en The Economist.
«Te decían que ibas a ir donde más te necesitaban», dijo Priday. Afirmó que la mayoría de los voluntarios recibían entre tres y cinco días de formación, que consistía en conocimientos básicos de lectura de mapas y de medicina, con algún entrenamiento rudimentario de armas el tercer día.
Tras el curso intensivo, los voluntarios eran enviados a la dura escuela de las zonas fronterizas o cercanas, dijo Priday.
La incursión de Priday en el ejército ucraniano sólo duró nueve horas porque se negó a firmar un contrato, que pagaba el equivalente a 230 dólares al mes, sometía a los firmantes a la ley marcial y tenía una duración indefinida.
Otras anomalías
Según los medios de comunicación estatales rusos, se están haciendo redadas de jóvenes para el ejército ucraniano. En las principales ciudades, como Kharkiv, Odessa y Mykolaiv, se está obligando a todos los hombres de entre 18 y 60 años a unirse a los batallones.
El anuncio lo hizo el Coronel General Mikhail Mizintsev, jefe del Centro Nacional de Gestión de la Defensa de Rusia, en una rueda de prensa el lunes.
«En grandes ciudades como Kharkiv, Odesa, Mykolaiv, los miembros de las unidades nacionalistas, bajo la amenaza de represalias físicas contra los familiares de los hombres de 18 a 60 años, les obligan a enrolarse en batallones de defensa territorial», dijo Mizintsev.
El oficial también afirmó que los miembros de la milicia ucraniana también asaltaron instituciones financieras en la ciudad de Zaporozhe. «Los ciudadanos con importantes ahorros financieros son secuestrados, detenidos por la fuerza y se les quita el dinero a punta de pistola, supuestamente para las necesidades de las unidades de defensa territorial», dijo.
Mizintsev afirmó además que las unidades militares han sellado todas las carreteras de entrada y salida de la ciudad, deteniendo prácticamente a todo el mundo. La única salida, dijo, era pagar enormes rescates o entregar básicamente todas sus posesiones.
7.000 extranjeros atrapados
En un segundo artículo del medio de comunicación estatal ruso TASS, Mizintsev también dijo que casi 7.000 extranjeros están retenidos como rehenes en Ucrania, ya que todos los principales puertos marítimos están siendo sellados por los combatientes de los batallones de defensa territorial de Ucrania.
«Hasta 6.972 ciudadanos de 22 países, así como las tripulaciones de más de 50 barcos extranjeros bloqueados en los puertos marítimos de Ucrania, siguen siendo rehenes de los militantes de los batallones de defensa territorial», dijo Mizintsev al tiempo que acusaba a las autoridades ucranianas de no cooperar con las investigaciones extranjeras sobre la situación actual de sus ciudadanos.
