El Ministerio de Defensa ruso dio el miércoles 2 de marzo por primera vez una cifra de bajas rusas en la actual invasión de Ucrania.
Según el Ministerio, 498 soldados rusos «entre nuestros compañeros que participan en la operación militar especial» murieron en acción desde que comenzó la invasión el 24 de febrero. Un total de 1.597 militares estaban heridos en el momento del anuncio.
La cifra declarada por el Kremlin es menos de una décima parte de las víctimas mortales que, según Ucrania, han causado sus fuerzas armadas en la guerra. El 2 de marzo, un asesor militar del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que más de 7.000 rusos murieron en los seis días de combates, según Reuters.
El Pentágono ha dado un recuento más cercano a la cifra rusa, estimando que el país más grande del mundo ha perdido hasta ahora entre 1.500 y 2.000 de sus militares.
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El gobierno ucraniano afirma que más de 2.000 civiles han perdido la vida mientras los rusos comenzaron a bombardear con artillería pesada, cohetes y aviones a las tropas defensoras atrincheradas en ciudades y pueblos. La ONU confirmó el miércoles que al menos 536 no combatientes habían muerto, aunque la portavoz Liz Throssell admitió que «el número real de víctimas es probablemente mucho mayor».
Rusia ha dicho que las pérdidas «entre los nacionalistas ucranianos y el personal militar» son más de 2.870 muertos y 3.700 heridos.
Sean cuales sean las cifras reales, las pérdidas se suman a las más de 10.000 muertes entre civiles y militares sufridas desde 2014, cuando Rusia se anexionó la península de Crimea de Ucrania e instigó un movimiento separatista en la región oriental del país, Donbass.
Una segunda ronda de conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania estaba prevista para la tarde del 2 de marzo en Bielorrusia, aliada de Rusia y vecina de ambos países. Las conversaciones se desprenden de la reunión no concluyente celebrada el lunes 28 de febrero en Gomel (Bielorrusia). Allí, la parte ucraniana exigió a los rusos que se retiraran de todo el territorio ocupado y anexionado.
Exigencias de Rusia
El Kremlin exige que Ucrania renuncie a toda aspiración de entrar en la OTAN, la alianza liderada por Estados Unidos que se formó originalmente en 1949 para frenar el poderío de la Unión Soviética. Ucrania y Rusia son dos antiguas repúblicas soviéticas, y tienen sus raíces en la misma civilización rusa centrada en Kiev, la capital de Ucrania.
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Según el Ministerio de Defensa ruso, el 2 de marzo “la aviación operativa-táctica y del ejército de las Fuerzas Aeroespaciales rusas llevó a cabo un ataque aéreo masivo contra la infraestructura militar de Ucrania, alcanzando 67 objetos”.
Hasta la fecha, el Kremlin afirma haber destruido 47 aviones ucranianos, 11 de ellos en combate aire-aire o antiaéreo; 470 tanques y otros vehículos blindados, y cientos de piezas de artillería. Cuarenta y seis drones de combate, que se han convertido en la perdición de los invasores, fueron derribados, y los rusos afirman haber alcanzado más de 1.500 instalaciones militares.
Los ucranianos afirman haber destruido 200 tanques rusos, otros 800 vehículos blindados y 60 aviones, incluidos 30 helicópteros y dos aviones de transporte pesado. Si se ha producido la pérdida de estos últimos es motivo de controversia debido a la falta de confirmación visual de los restos.
