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El MAS de Evo Morales y Arce se sostiene en el poder en Bolivia respaldado por el narcotráfico, según informes

Published: 2 de marzo de 2022
Evo Morales y el presidente de Bolivia Luis Alberto Arce Catacora. Flickr. Licencia Atribución-NoComercial-CompartirIgual 2.0 Genérica (CC BY-NC-SA 2.0)

En Bolivia, el régimen del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales y el actual presidente Luis Alberto Arce Catacora se sostiene por los recursos del narcotráfico, según muestran los hechos revelados en diferentes informes.

La coyuntura actual de la guerra en Ucrania afecta coyunturalmente a Bolivia por vía del incremento de precios de productos que tradicionalmente exporta ese país como es el caso de los hidrocarburos.

Pero la producción en el sector es irrisoria y necesita un aumento constante de subsidios del Estado.

Es por ello que muchos se preguntan por qué, en semejante contexto, con la acumulación de problemas estructurales ni la economía ni el gobierno de Bolivia terminan de colapsar.

El colapso del “narcosocialismo masista” aún demora “debido a que éste cuenta con los ingresos que genera el narcotráfico”, aseguró Mauricio Ríos García, en La Gaceta.

Esto quiere significa, que la economía cuenta con una cantidad de recursos mayor a la que se estima y muestra oficialmente.

Coronel, Juan Frías Fuerza Especial de Lucha Contra FELCN, durante gobierno de Jeanine Añez, 12 de noviembre de 2019 – 7 de noviembre de 2020.

Se desconoce el tamaño de esta economía del narcotráfico del Estado.

“En 2010, la Organización de Naciones Unidas (ONU) calculó que el narcotráfico movía aproximadamente $500 millones. En 2020, Arturo Murillo, el entonces ministro de Gobierno del gobierno de Jeanine Áñez, afirmó que el narcotráfico genera entre $1.500 y $2.000 millones anuales. Igualmente, el coordinador del Consejo Nacional de Lucha Contra el Tráfico de Drogas (Conaltid), José Luis Laguna Quiroga, coincidió con esta última cifra”, de acuerdo con Mauricio Ríos García.

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Bolivia se convirtió en un auténtico narcoestado

Aunque se desconoce el tamaño de esta narcoeconomía, distintas investigaciones demostraron que el Estado gobernado por el MAS subsiste gracias al narcotráfico.

Leonardo Coutinho es un experto en seguridad nacional, especializado en la investigación de la corrupción, el narcotráfico, el terrorismo y las finanzas ilícitas en América Latina.

Coutinho es autor del best-seller “Hugo Chávez, o espectro”, donde publicó los resultados de sus investigaciones sobre este tema, entre ellos, la que llamó la “Ruta del Alba”, para referirse a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alaba).

“La «Ruta del Alba», como se bautizó la operación, consistía en envíos semanales y quincenales de «valijas diplomáticas» llenas de 500 kilos de cocaína. La operación fue coordinada, de principio a fin, por militares bolivianos, venezolanos y cubanos”.

El ex Comandante de Policía, Jean-François BARBIERI, S.S.I de la División de la Cooperación Internacional de la Policía Francesa, también investigó el tema cuando era agregado policial en la Embajada de Francia en Bolivia; en su obra “El Narco-Amauta (2020)” recoge los resultados de sus hallazgos.

Una de sus conclusiones es que el discurso de la revalorización de la coca de Evo fue la excusa perfecta para proteger el tráfico de droga, y que Bolivia se convirtió en un narco-Estado en la era Morales.

El periodista Carlos Valverde, que reveló y revela varios casos de corrupción en el país, publicó en 2017, “Coca, poder, territorio y cocaína”, donde también investigó el narcoestado boliviano.

Asimismo, está la investigación “Coca, MAS, Cocaína”, del analista y activista Manuel Morales Álvarez, de 2018.

Los cuatro coinciden en que en Bolivia hay presencia de cárteles colombianos y mexicanos.

Pero que no son “simples emisarios que vienen a comprar la cocaína para exportar”, sino que manejan mega-laboratorios para la elaboración de clorhidrato de cocaína.

Esta proporción en la que trabajan requiere de una cantidad de recursos y logística que superan las capacidades de cualquier grupo criminal nacional.

En este momento en Bolivia, hay algo así como un cártel allá bajo la sombra del Estado.

En franca lucha contra otros sectores cocaleros, como la Asociación Departamental de Productores de Coca (ADEPCOCA), hay una política desde el Estado de intentar apropiarse del mercado legal de la coca, pero desde la militancia del Movimiento Al Socialismo (MAS), según explicó Manuel Morales Álvarez.

Asimismo, comentó que se dice que con los viajes que realiza Evo a Perú, estaría buscando alianzas con cocaleros del Valle de los Ríos Apurimac Ene y Mantaro.

Con ello generaría una base social incluso transnacional dedicada a la producción de hoja de coca, pero además muy vinculada al narcotráfico.

Las evidencias o pruebas de la existencia del narcoestado en Bolivia cuenta además con importantes testimonios.

1- Detención de Alex Saab, el empresario colombiano al que EE. UU. acusa de ser testaferro de Nicolás Maduro en Venezuela.

2- En 2018 se convirtió en colaborador de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), comprometiendo la red de narcotráfico entre Cuba, Venezuela y Bolivia, o lo que Coutinho llamó “Ruta del Alba”, y también comprometiendo a Evo Morales.

3- Detención de Maximiliano Dávila por la DEA por sospechas de vínculos con el narcotráfico y enriquecimiento ilícito. Fue el jefe antidrogas de Bolivia en 2019 cuando Morales ejercía el poder. De ese momento Evo no sale del país.

4- En 2011 detuvieron a René Sanabria en Panamá.

5- En 2015 también detuvieron a Óscar Nina por los mismos motivos.

Carlos Valverde reveló que el Chapare es el lugar de Bolivia donde se siembra aproximadamente el 47 por ciento de la coca nacional.

De ese total, entre el 97 y el 95 por ciento va al narcotráfico.

También explicó las rutas y autoridades cercanas a esos recorridos.

“Las fábricas de cocaína están alrededor de Cochabamba. (…) Cuando empezamos la investigación vimos, por ejemplo, cómo 500 tambores de precursores llegaban desde la frontera chilena, con sellos de Arica o Matarani a la Chiquitanía. Luego, descubrimos que desde la frontera hasta el Chapare todos los municipios estaban controlados por el Movimiento Al Socialismo. (…) Me animé a decir que el MAS tiene la intención de ganar municipios clave donde esto se permita”.

Por su parte, Barbieri describe una especie de autopista o distribuidor subcontinental.

“Según las estimaciones, solamente 2 por ciento de la producción de Bolivia partiría a EEUU -ha señalado este policía antinarcóticos francés-. El resto tomaría vías de comunicación a través de Chile, Brasil, Argentina o Paraguay para llegar al lugar de destino en Europa. Chile, principalmente a través del puerto de Arica, donde Bolivia se beneficia de una zona franca, permite el paso de numerosos contenedores con destino al mundo entero vía marítima. Este país tiene la tasa más importante de consumo de drogas per cápita de América Latina. Más del 20 por ciento de la producción boliviana tendría como destino o pasaría por ahí”.

En esta conformación del narcoestado, Evo ha tomado diversas decisiones para configurarlo.

Por ejemplo, la política antidrogas de Evo Morales, desde 2008, cuando retiró a la DEA, se orientó a proveer a un nuevo segmento: Europa que, vía Brasil, está siendo suministrado.

Hace solo dos semanas, el 15 de febrero, autoridades brasileñas, españolas y estadounidenses desarticularon una organización criminal que coordinaba el envío de cocaína boliviana a la Unión Europea.

Se detuvo a 30 personas en Brasil y a siete más en Barcelona.

Los detenidos en Brasil tenían contactos para la logística y el aprovisionamiento de la cocaína en Bolivia, Paraguay y Uruguay.

El expolicía francés Barbieri también detalló las exportaciones bolivianas rumbo a Brasil.

Destaca que los narcotraficantes se benefician de los 3.400 kilómetros de frontera común.

“Se estima que cerca del 80 por ciento de la cocaína que circula en el país procede de Bolivia. Lo que constituye cerca de la mitad de su producción”.

Finalmente, citó detalladamente los mercados argentino y paraguayo más sus características de consumo, refinamiento y reexportación hacia Europa.

Los ingresos, producto de esos circuitos económicos, guardan un rango de entre 4.000 a 1.000 millones de dólares anuales, según estos analistas consultados.

Valverde señala que, siendo muy conservador, calcula en 3.000 millones de dólares los ingresos del circuito coca-cocaína.

Manuel Morales, tras apelar a una serie de cuadros y datos comparativos dijo que en el año 2017, el aporte de la economía coca-cocaína rondaba el 2,29 por ciento (del PIB), en un contexto de caída de las materias primas sobre todo de petróleo y gas.

La política del MAS también incide en la globalización del consumo de cocaína en el mundo.

Bolivia, en estos últimos años, ha globalizado el mercado.

La cocaína boliviana ha incursionado en nuevos mercados que no estaban siendo satisfechos.

“Hablamos de un negocio promisorio, pero que sería imposible sin la participación de estamentos del Estado boliviano. Para ello, el control que ha tenido esa especie de cártel del Chapare del Gobierno ha sido clave. Toda la política no sólo antidrogas, sino ligada a otras leyes y políticas está promoviendo esto”, explicó el analista Manuel Morales Álvarez.

No obstante las perspectivas promisorias del negocio de las drogas para el MAS en Bolivia, al mismo tiempo constituye su talón de Aquiles.

Recientemente el presidente Arce trató de emitir bonos soberanos en los mercados de capitales internacionales para canjearlos por bonos antiguos, y solo logró colocar $850 millones de los $2.000 millones de dólares que ofreció inicialmente.

Ello demuestra las serias dificultades del régimen sostenido por el narcotráfico para sostenerse a flote en el corto plazo.

Es por ello que, el narcotráfico gravita como uno de los principales factores agravantes de la profunda crisis que atraviesa el país, según explicó Mauricio Ríos García, en La Gaceta.

Es por ello que sostiene que, si el régimen de Arce solo sobrevivirá a la profunda crisis que enfrenta sobre todo en el ámbito económico si recurre a la Comunidad Internacional.

Pero para ello, cuya primera condición a cambio de financiamiento estará directamente vinculada a establecer el orden en el territorio que el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales domina desde hace 40 años.

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