El 17 de enero, la revista Expert Review of Anti-Infective Therapy encontró de manera concluyente que los pacientes con COVID-19 suplementados con vitamina D “muestran menos tasas de ingreso en la UCI [unidad de cuidados intensivos], eventos de mortalidad y positividad de RT-PCR”. Los colaboradores del estudio abarcaron múltiples departamentos profesionales en la India. Realizaron una revisión sistemática y un metanálisis de seis ensayos controlados aleatorios (ECA) con 551 pacientes con COVID-19.
Inmunidad y COVID-19
Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE. UU., la vitamina D es «crítica para el metabolismo óseo y mineral» y tiene el «potencial de modular las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas». Un receptor para la vitamina D se expresa en las células B, las células T y las células presentadoras de antígenos, que son células inmunitarias que pueden «sintetizar el metabolito activo de la vitamina D».
La deficiencia de vitamina D es común en los Estados Unidos, especialmente en personas hispanas y negras, así como en personas obesas y con presión arterial alta. Estos mismos datos demográficos también sufren peores resultados con COVID-19.
El NIH afirma que «no hay pruebas suficientes para recomendar a favor o en contra del uso de la vitamina D para la prevención o el tratamiento de la COVID-19». Sin embargo, su guía solo se basa en un puñado de estudios hasta el 21 de abril de 2021. No incluye ensayos controlados aleatorios posteriores.
La evidencia emergente muestra que la vitamina D puede «afectar la expresión del gen SARS-CoV-2 y aliviar la infección al unirse al elemento de respuesta de la vitamina D». También puede regular el sistema renina-angiotensina y la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), un receptor conocido por mediar en las infecciones virales por SARS-CoV-2.
Resultados significativos
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Los autores indios realizaron la revisión sistemática y el metanálisis mediante la revisión de 755 artículos. Todos los participantes tenían 18 años o más con una edad media entre 36 y 56 años. El grupo de tratamiento con vitamina D se comparó con un grupo de placebo en dos estudios, un grupo de control sin vitamina en tres estudios y un «grupo de comparación de tratamiento estándar» en un estudio.
Según un metanálisis de los datos agrupados de todos los estudios, los pacientes de COVID-19 que recibieron suplementos de vitamina D mostraron una reducción del riesgo general de todos los resultados. Las «pruebas colectivas globales sobre la gravedad, los cuidados en la UCI, la mortalidad y los eventos de seropositividad y RT-PCR notificados en todos los ensayos indicaron que los pacientes de COVID-19 tratados con vitamina D mostraron tasas más bajas de estos resultados en relación con los pacientes que no recibieron vitamina D/estándar/placebo».
Los autores del estudio indio ruegan a otros investigadores que realicen ECA más grandes con diseños mejorados y tamaños de muestra más grandes para evaluar mejor los resultados relacionados con COVID-19. Los estudios analizados fueron heterogéneos, con diferentes dosis de vitamina D, el momento de las dosis y diferentes grupos de control. Es importante destacar que ninguno de los estudios «informó ningún evento adverso debido a la suplementación con vitaminas».
Dosis recomendada
No existe un consenso claro sobre la cantidad de vitamina D3 que una persona con COVID-19 debe administrarse. Pero las recomendaciones para la dosificación de vitamina D3 se pueden encontrar en la página «Profilaxis y protocolo de tratamiento ambulatorio temprano para COVID-19» en el sitio web de Front Line COVID-19 Critical Care (FLCCC).
FLCCC es una organización sin fines de lucro “dedicada a desarrollar protocolos de tratamiento altamente efectivos para prevenir la transmisión de COVID-19 y mejorar los resultados para los pacientes que padecen la enfermedad”. El grupo está compuesto por varios médicos consumados con miles de publicaciones revisadas por pares.
Las dosis recomendadas de vitamina D3 para el COVID-19 pueden basarse en los niveles conocidos de vitamina D en la sangre o en el índice de masa corporal (IMC), una medida de la grasa corporal basada en la altura y el peso. Las dosis se pueden administrar diariamente o una vez a la semana. Por ejemplo, una persona no obesa con un IMC entre 20 y 29 puede tomar de 5000 a 7000 unidades internacionales de vitamina D3 al día o 50.000 unidades internacionales una vez a la semana.
