Los padres de los estudiantes que asisten a la escuela primaria Raleigh Hills en Beaverton, Oregón, protestaron después de que salió a la luz que sus hijos fueron invitados a unirse al Queer Student Alliance (QSA) sin su conocimiento.
El personal de la escuela también discutió formas de evitar que los niños tengan que pedir permiso a sus padres.
Durante una reunión virtual de la junta escolar el 18 de enero, los padres cuestionaron la idoneidad de tal club dentro de la escuela. Se dice que el club comenzó a operar en enero, y varios padres dijeron que no fueron informados sobre la existencia del club ni fueron invitados a dar su opinión.
Un padre dijo que «estos niños son demasiado pequeños para aprender sobre este tema en la escuela» e insistió en que el trabajo de educar a los niños sobre «diferentes estilos de vida» recae en los padres.
No hay oportunidad de ‘optar por no participar’
Los funcionarios escolares afirman que la QSA está dirigida por dos estudiantes de quinto grado que se identifican como transgénero. Sin embargo, la madre Jeanette Schade citó documentos escolares para afirmar que los maestros sabían sobre el club e intentaron evitar que los padres lo supieran. Un padre cuya hija está en el rol de liderazgo en el club llamó a los padres que se oponían “homofóbicos, transfóbicos [y] queerfóbicos”.
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En la reunión virtual, una madre, Bambi Russell, contó cómo algunos estudiantes de quinto grado le pidieron a su hija de cuarto año que se uniera al club QSA que entraron en su salón de clases para realizar una presentación LGBTQ. Su hija se inscribió porque pensó que era lo correcto y todos se estaban inscribiendo.
Russel se encontró con correos electrónicos de conversaciones entre funcionarios escolares que muestran que el club se estaba planificando al menos a partir de noviembre. Los correos electrónicos también discutieron formas de eludir la necesidad del permiso de los padres para que los niños se unan a QSA.
“Estas reuniones se llevan a cabo durante el día escolar y, según los correos electrónicos, esa fue una de las formas de poder sortear la necesidad de aprobación de los padres. Los correos electrónicos instruyen transparencia, pero solo si un padre lo solicita. Nada llegó a casa con mi hija ni me lo enviaron desde la escuela explicando que tal presentación se iba a realizar en el salón de clases. No me dieron la oportunidad de excluirla”, dijo Russel.
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Incidentes similares
El incidente de QSA en la Escuela Primaria Raleigh Hills no es aislado. Los padres de una escuela en Jacksonville, Florida, presentaron recientemente una demanda contra la escuela de su hija por alentarla a identificarse como un niño después de que la niña expresara confusión sobre su género.
El tema solo llamó la atención de los padres después de que la niña se atara a suicidarse en el baño de la escuela. En Texas, un maestro expuso un mandato escolar que pedía a los maestros que mantuvieran en secreto las confesiones de un estudiante sobre su identidad de género para sus padres.
“Las escuelas preparan en secreto a los niños para que sean homosexuales… Tienen influencias externas que les enseñan cómo hacerlo. La lección número uno es sacar a los padres del panorama”, dijo a The Epoch Times Mary McAlister, asesora principal de The Children and Parental Rights Campaign. Su organización actualmente representa a una familia de Nueva York que pronto presentará una demanda contra la escuela de su hijo por mantener en secreto los problemas de identidad de género del niño.
Ahora hay intentos de presionar a los niños para que adopten bloqueadores de la pubertad, cirugía de reasignación de género, terapia hormonal y similares.
La Asociación Profesional Mundial para la Salud de las Personas Transgénero (WPATH, por sus siglas en inglés) introdujo recientemente un nuevo conjunto de estándares en esta dirección, una medida que ha alarmado a los padres de estudiantes con disforia de género que dicen que tales políticas solo reflejan la posición de unos pocos activistas pro-transgénero y no la mayoría de los expertos médicos.
