Un juez federal falló recientemente a favor de los padres de Otto Warmbier en un caso contra el régimen norcoreano. Warmbier había sido encarcelado en Corea del Norte y luego murió en 2017 tras su liberación. El juez concedió un cuarto de millón de dólares a la familia. El dinero fue incautado de una cuenta bancaria norcoreana en Estados Unidos.
En 2016, Otto Warmbier visitó Corea del Norte como parte de una gira educativa. Poco después fue detenido por las autoridades acusado de robar un cartel de propaganda de un albergue. Warmbier fue detenido en el aeropuerto de Pyongyang el 1 de enero.
Un mes más tarde, apareció en un vídeo, llorando y confesando haber cometido un crimen planeado de antemano. Corea del Norte es conocida por obligar a personas inocentes a hacer confesiones falsas de un delito que no han cometido. En marzo, cayó en coma. Warmbier regresó a Estados Unidos en 2017, donde fue enviado a tratamiento. Seis días después, murió.
El joven de 22 años había sufrido graves daños cerebrales. Corea del Norte fue acusada de torturar físicamente y golpear a Otto Warmbier hasta el punto de que su cerebro quedó dañado, una afirmación que los funcionarios de Pyongyang negaron. La administración norcoreana alegó que los daños cerebrales de Warmbier se debían a una grave reacción alérgica después de que tomara sedantes por estar enfermo.
Una resonancia magnética descubrió que el cerebro de Warmbier carecía de oxígeno. Sin embargo, no había signos de botulismo, que según Corea del Norte fue la razón de su muerte. Los médicos tampoco hallaron fracturas óseas que indicaran que Otto Warmbier podría haber sufrido graves torturas físicas.
Demanda por la muerte de Otto Warmbier
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Los padres de Warmbier demandaron rápidamente a Corea del Norte. En 2018, un juez del Distrito de Columbia dictaminó que Pyongyang debía pagar 501 millones de dólares por daños y perjuicios, argumentando que ese castigo era necesario para disuadir a Corea del Norte de tomar rehenes y permitirse ejecuciones extrajudiciales. Sin embargo, Corea del Norte se negó a cumplir la orden. La familia había demandado inicialmente 1.000 millones de dólares por daños y perjuicios.
El 13 de enero, un juez del Tribunal del Distrito Norte de Nueva York ordenó el embargo de los activos de la Kwangson Banking Corporation, vinculada al régimen norcoreano.
«Por la presente se dicta sentencia a favor de los demandantes/acreedores Cynthia Warmbier y Fredrerick Warmbier con respecto a los fondos en cuestión por la suma de 240.336,41 dólares, más los intereses devengados», decía la orden. La transferencia debe realizarse en un plazo de 10 días.
Aunque muchos no creen que Corea del Norte vaya a pagar la totalidad de la indemnización de 501 millones de dólares, se argumenta que este tipo de sentencias son una forma de concientizar sobre los horribles abusos de derechos humanos de Pyongyang.
En una entrevista con The Washington Post, Ethan Hee-Seok Shin, analista jurídico del Grupo de Trabajo sobre Justicia Transicional, con sede en Seúl, declaró que estas sentencias harán la vida «un poco más difícil» a los dirigentes de Corea del Norte, incluido Kim Jong-un.
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«Es poco probable que podamos, en un futuro cercano, investigar o procesar estos casos de violación de los derechos humanos de Corea del Norte… Tener estas demandas civiles y poder realmente aplicar estas sentencias u otras sanciones financieras impuestas a Corea del Norte desde un ángulo de derechos humanos, creo que es bastante importante», dijo Shin.
En 2019, el presidente Donald Trump se reunió con Kim Jong-un en una segunda cumbre entre ambos líderes. Trump condenó la «brutalidad del régimen norcoreano», aunque no creyó que Kim Jong-un supiera de la tortura de Warmbier.
«Kim y su malvado régimen son responsables de una crueldad e inhumanidad inimaginables», declararon los padres de Warmbier.
