Según emails filtrados del Dr. Fauci, algunos científicos sabían que el origen del SARS-CoV-2 podría ser el laboratorio de Wuhan, pero lo ocultaron porque temían que la noticia dañara la reputación de la ciencia en China.
Así se escribieron varios artículos en las revistas especializadas ridiculizando a quienes sospechaban de la manipulación en el laboratorio, tildándolo de «TEORÍA CONSPIRATIVA».