El primer ministro del estado de Australia Occidental (WA), Mark McGowan, anunció en una rueda de prensa el 13 de enero algunas de las medidas más estrictas del país contra los no vacunados, excluyéndolos de bares, restaurantes, gimnasios, teatros y, en algunos casos, incluso de hospitales.
A partir del 31 de enero, McGowan dijo: «Ampliaremos los requisitos de prueba de vacunación para los visitantes a los hospitales públicos y privados y a los centros de atención a la tercera edad; a todos los locales de hostelería, incluidos los restaurantes, cafeterías, bares, pubs, clubes, tabernas, discotecas y restaurantes, comida rápida. Están exentos los bares de carretera, las estaciones de servicio y los establecimientos de comida para llevar».
Pero la lista de exclusiones continúa, según el primer ministro, y añade: «Los lugares de entretenimiento en interiores, incluidos los centros de juego, las apuestas y los juegos de azar; los teatros, las salas de conciertos, los museos, los cines y los locales de música en directo; todo el complejo de Crown Perth, las grandes estaciones; los gimnasios, los centros de fitness y los estudios de salud, los parques de atracciones y el zoológico, los festivales de música, los grandes eventos con más de 500 personas, a menos que estén exentos».
La prohibición de que los no vacunados acudan a los hospitales y centros de salud se aplica a quienes quieran visitar a sus familiares o seres queridos, incluso si los pacientes están en su lecho de muerte.
En la actualidad, los no vacunados ya están excluidos de cenar en cafés, pubs y restaurantes, mientras que sólo se permite la entrada a quienes presenten un pase G2G.
La prueba más amplia de los requisitos de vacunación
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La drástica medida se produjo en respuesta a dos nuevos casos positivos del supuesto virus Sars-CoV-2 y otros 14 casos de viajeros interestatales.
Ya casi el 87% de los australianos occidentales están doblemente vacunados, mientras que otro 95% ha recibido una. Sin embargo, según McGowan, aún no es suficiente.
En la rueda de prensa del jueves, McGowan advirtió que «la vida cambiará significativamente» para los que no se vacunan, que en su opinión necesitan «protegerse de sí mismos», informó el Daily Mail.
«Estos serán los requisitos de prueba de vacunación más amplios de la nación, y no se eliminarán en ningún momento», aseguró el primer ministro.
Libertad de elección
McGowan subrayó que quienes se oponen a vacunarse siguen teniendo la opción de no hacerlo. «Si optan por seguir sin vacunarse -y en este momento, ciertamente es su elección- están eligiendo ponerse en riesgo, están eligiendo poner en riesgo a las personas que les rodean y están eligiendo aumentar la carga de nuestro personal sanitario».
«Sabemos que quienes están en los hospitales de todo el país son principalmente personas no vacunadas», añadió McGowan, sin fundamentar la afirmación.
«Si no se vacunan, el mensaje es claro», dijo, y añadió que «no dejaremos que pongan en riesgo a otros».
Mientras que los demás estados de Australia parecen estar abriéndose poco a poco tras casi dos años de medidas contra la COVID-19, WA ha cerrado de golpe sus puertas a los ciudadanos australianos de otros estados, que se consideran estados de riesgo extremo de COVID-19.
La norma también establece que los ciudadanos de WA ya no pueden volver a casa después de haber visitado otros estados de Australia.
Los negocios como siempre
ABC News descubrió que la mayoría de los empresarios estaban más o menos de acuerdo con la nueva normativa.
«Teniendo en cuenta que más del 92% de la población adulta de Australia Occidental ya se ha vacunado, no creemos que tenga demasiada repercusión», declaró al medio Bradley Woods, director general de la Asociación Australiana de Hoteles de Australia Occidental.
Tyson y Sally, una pareja que regenta un gimnasio en Perth, dijeron sentirse apenados por la minoría incumplidora que está siendo discriminada, pero también indicaron que seguirán haciendo negocios como siempre.
«Nos entristece mucho la segregación y la discriminación en la que nos vemos obligados a participar a partir de este mandato que está ocurriendo ahora», dijo Sally.
«Sí, va a ser difícil para nuestro negocio, pero esa es nuestra dificultad», añadió. «Para el público en general hemos estado creando un espacio de inclusión, hemos estado creando hermosas comunidades en nuestros gimnasios», dijo, y añadió: «Hasta ahora hemos acogido a todo el mundo, y queríamos seguir acogiendo a todo el mundo y de repente estamos en un lugar donde no podemos hacerlo».
Mientras tanto, la gente hacía cola por centenares en los centros de vacunación por miedo a perderse todos los privilegios de los que sólo podrán disfrutar los vacunados a partir del 31 de enero.
El medio de comunicación también entrevistó a varias clínicas de medicina general de todo Perth y escuchó la misma historia al unísono de que estaban inundadas de solicitudes de turnos para vacunación.
Mientras tanto, en las clínicas de vacunación estatales más grandes, la gente hacía fila durante tres horas, informó el medio.
