El Tribunal Uigur, dirigido por un prestigioso tribunal independiente del Reino Unido, ha dictaminado que las atrocidades cometidas contra el grupo étnico uigur y otras minorías musulmanas en Xinjiang por parte del régimen comunista de China constituyen un genocidio, aunque sin pruebas contundentes de que las minorías están siendo asesinadas directamente.
El tribunal se celebró en dos audiencias en junio y septiembre y fue presidido por Sir Geoffrey Nice, un destacado abogado británico. Dirigió al criminal de guerra serbio Slobodan Milosevic en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en La Haya, Países Bajos.
Aunque el tribunal no pudo encontrar ninguna «evidencia sólida de asesinatos en masa» de la población uigur, sí encontró pruebas de esterilización forzada y medidas y políticas de control de la natalidad que intentaron borrar la cultura uigur. Estos por sí solos han proporcionado motivos suficientes para equiparar la forma en que Beijing trata a sus minorías musulmanas con el genocidio.
«Ahora no hay excusa para que la comunidad internacional continúe su silencio sobre el #UyghurGenocide [Genocidio Uigur]», dijo el presidente de la WUC, @Dolkun_Isa, a @BBCWorld. «Es obligación legal de todos los países que firmaron la convención de genocidio de 1948 emprender acciones legales». https://t.co/AJ8zU5rd31–
Congreso Mundial Uigur (@UyghurCongress). 10 de diciembre de 2021
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Nice dijo el jueves 9 de diciembre que él y el panel habían llegado a la conclusión de que China había llevado a cabo «una política deliberada, sistemática y concertada» para lograr una «reducción a largo plazo de la población uigur y otras minorías étnicas».
Otras atrocidades contra la población uigur
El panel también encontró evidencia de crímenes de lesa humanidad, tortura y violencia sexual contra el pueblo de Xinjiang.
Nice también sostuvo que los altos funcionarios tenían la «responsabilidad principal» de los abusos contra los uigures y otras minorías musulmanas en la región.
El jueves, un portavoz de la República Popular China (RPC) dijo a la BBC que el tribunal era sólo un «pseudo tribunal». Además, dijo que era una «herramienta política utilizada por unos pocos elementos antichinos para engañar y confundir al público».
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Voces de apoyo
El comité de la corte estaba integrado por consejeros y académicos, y sus conclusiones no tienen poder legal y no son obligatorias para los legisladores. Aún así, sus iniciadores articularon que desde el principio, planearon agregar al cuerpo de pruebas en torno a las acusaciones contra Beijing y llegar a un hallazgo autónomo sobre el asunto del genocidio.
«El gobierno británico dijo que las pruebas debían ser evaluadas por un tribunal competente, pues bien, no hay nada más competente que esto», fulminó Sir Iain Duncan Smith, ex líder del Partido Conservador y copresidente de la Alianza Interparlamentaria sobre China.
«Este tribunal se creó con los más altos estándares legales, y la evidencia que se presentó hoy muestra que hay pruebas suficientes más allá de toda duda razonable de que hubo una intención de cometer genocidio», dijo la diputada conservadora Nusrat Ghani según la emisora, llamando al juicio «innovador».
Uno de los testigos, el lingüista uigur Abduweli Ayup, relató la molestia que él y su familia debieron sufrir y la consiguiente pena de prisión de 15 meses que se le impuso por «incitar al terrorismo» y dijo que el fallo era «muy alentador».
«Fui sentenciado por el gobierno chino», dijo Ayup. “Ahora, espero que después de este fallo alguien pueda sentenciarlos. Muchos uigures han sido enviados a prisión solo por ser uigures. Ahora es el momento de que sus opresores también sean condenados».
“Ahora no hay excusa para que la comunidad internacional continúe su silencio sobre el genocidio uigur”, dijo Dolkun Isa, presidente del Congreso Mundial Uigur, quien inició el tribunal. «Es obligación legal de todos los países que firmaron la convención sobre genocidio de 1948 emprender acciones legales».
En 2019, el tribunal de Nice, bajo el nombre de Tribunal de China, llegó a conclusiones similares en relación con el ataque al grupo espiritual perseguido más grande de China, Falun Gong. El tribunal encontró pruebas irrefutables de la persecución de millones de practicantes de Falun Gong y de la sustracción de órganos vivos a gran escala de sus adeptos por parte de instituciones médicas estatales.
En su última palabra a la conferencia del jueves, Nice dijo que la necesidad de este tribunal surgió porque ningún otro organismo judicial internacional estaba dispuesto a tomar el guante por los uigures.
Según la Corte Penal Internacional, China está fuera de su jurisdicción ya que China no es miembro. Al mismo tiempo, la Corte Internacional de Justicia solo acepta casos santificados por el Consejo de Seguridad de la ONU, lo cual es completamente patético porque China tiene su poder de veto.
“Si cualquier otro organismo, nacional o internacional, hubiera decidido o tratado de determinar estos asuntos, el tribunal habría sido innecesario”, dijo Nice.
