En un intento por contener un nuevo aumento en los casos de COVID-19, los funcionarios del gobierno en Beijing anunciaron -el 24 de octubre- que la próxima Maratón de Beijing se pospondrá hasta nuevo aviso.
La Maratón de Beijing es uno de los principales eventos deportivos de China. Se lleva a cabo anualmente desde 1981 excepto el año pasado debido a la pandemia. El evento estaba programado para el 31 de octubre y se esperaba la participación de unas 30.000 personas.
Tradicionalmente, la carrera comienza en la Plaza de Tiananmen antes de terminar en la Plaza de la Celebración en el Parque Olímpico de Beijing. Los organizadores de la maratón dijeron que cancelarían el evento «para prevenir el riesgo de que la epidemia se propague [y] proteger de manera efectiva la salud y la seguridad de la mayoría de los corredores, el personal y los residentes».
Hace apenas unos días, se canceló una maratón en la ciudad central china de Wuhan debido al riesgo que representaba la pandemia de COVID-19. Se esperaban alrededor de 26.000 participantes en el evento de Wuhan, participando en una maratón completa y una media maratón. La decisión de posponer ambos eventos llega con menos de 100 días hasta los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, que están programados para comenzar el 4 de febrero.
En la última ola de infecciones, China ha informado hasta ahora de más de 133 casos en 11 provincias. Los funcionarios de salud identificaron la variante Delta altamente transmisible como responsable del reciente aumento en los casos. Se dice que el último aumento es el brote más grande que ha presenciado el país desde un brote en Nanjing en agosto de este año.
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El 25 de octubre, los funcionarios de salud del gobierno chino informaron 39 nuevos casos de COVID-19, 35 de ellos locales. Las autoridades advirtieron que es probable que los casos aumenten en los próximos días y culparon a un grupo de turistas chinos por el reciente brote. Se dice que los turistas contrajeron el virus de fuentes extranjeras en Mongolia.
Sin embargo, la mayoría de los casos de COVID-19 se pueden atribuir a turistas nacionales. «Según un alto funcionario de salud, más de 100 infecciones en el brote actual estaban relacionadas con los turistas, incluidos los que se habían ido de vacaciones sin conductor», informó The Straits Times.
Se han reportado infecciones en la ciudad capital de Beijing. Algunos han expresado su preocupación por la capacidad de China de mantener su enfoque de ‘tolerancia cero’ al virus. Las autoridades han intentado restringir la propagación del virus imponiendo cierres selectivos, realizando pruebas masivas a los residentes, junto con otras medidas.
Los funcionarios han prohibido que los operadores turísticos realicen viajes interprovinciales a las áreas afectadas. En Beijing, las personas con antecedentes de viajes a los condados afectados no podrán ingresar a la ciudad. Los servicios de autobús y taxi se han suspendido en algunas de las ciudades, incluida la capital provincial de Gansu, Lanzhou, y partes de Mongolia Interior. En algunas regiones, se han cerrado los sitios turísticos.
