El jueves el presidente Joe Biden anunció un nuevo paquete de ayuda, por 325 millones de dólares, para Kiev.
En una reunión con Volodimir Zelenski en la Casa Blanca, el mandatario norteamericano detalló que este nuevo paquete contempla “más artillería, municiones y armas antitanque”.
“Además, la próxima semana se entregarán los primeros tanques Abrams de Estados Unidos a Ucrania”, sostuvo.
Y aunque en el anuncio oficial no se mencionó, NBC News confirmó que la ayuda incluirá además los misiles de largo alcance ATACMS (Army Tactical Missile Systems), los que Ucrania ha solicitado desde hace tiempo.
Citando a tres fuentes del Gobierno y una del Congreso, el medio precisó que en la cita, Biden le ratificó a su homólogo ucraniano que Washington le enviará “una pequeña cantidad” de estos misiles.
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Eso sí, por el momento se desconoce cuándo se hará el anuncio oficial de este suministro, así como la cantidad exacta de unidades que se enviarán a Kiev.
¿Por qué estos misiles son tan importantes para Ucrania?
Tal como detalla Agencia EFE, desde hace meses que el país europeo ha insistido en la entrega de los ATACMS, remarcando que gracias a su alcance de 300 kilómetros ayudarían a neutralizar los lanzamisiles rusos en Crimea, desde donde es atacada a menudo Odesa.
Dicho de otro modo, tienen unos 64 kilómetros más de alcance que los Storm Shadow y los SCALP, los que Inglaterra y Francia, respectivamente, ya dieron su autorización para ser enviados.
Los misiles guiados ATACMS son propulsados por un cohete de propelente sólido de una sola etapa, contando con cuatro metros de longitud y 610 milímetros de diámetro.
Dentro de sus características encontramos que pueden ser disparados desde lanzacohetes múltiples, incluyendo el M270 MLRS y el HIMARS.
De acuerdo a su fabricante, Lockheed Martin, brinda a los comandantes operativos “la potencia de fuego inmediata para ganar batallas profundas”.
“Cada misil ATACMS está empaquetado en una cápsula de lanzamiento similar a MLRS y se dispara desde la familia de lanzadores MLRS”, agrega.
Este sistema de armas de artillería convencional tierra-tierra es capaz de atacar objetivos “mucho más allá del alcance de los cañones, cohetes y otros misiles existentes”.
Los ATACMS tuvieron mucho éxito en la Operación Tormenta del Desierto durante la Guerra del Golfo, en donde se dispararon 32 desde lanzacohetes M270 MLRS.
Posteriormente, en la Invasión de Irak de 2003, se dispararon más de 450 de estos misiles.
