La aclamada película «Sound of Freedom», que ha recaudado más de 200 millones de dólares, se encuentra en medio de una disputa después de que se cancelaran repentinamente las proyecciones planificadas para las tropas del Comando Sur de Estados Unidos (SOUTHCOM).
Eduardo Verástegui, el productor del exitoso film, ha estado trabajando incansablemente para organizar las proyecciones para los valientes soldados de SOUTHCOM, quienes combaten las organizaciones criminales trasnacionales involucradas en el tráfico de drogas y de personas. La película fue creada específicamente para arrojar luz sobre el rampante tráfico sexual de menores en América Latina y los Estados Unidos.
Originalmente programadas para el 28 de agosto y el 19 de octubre, las proyecciones fueron canceladas justo antes del primer evento. Los funcionarios citaron preocupaciones sobre una posible infracción de derechos de autor como la razón de las cancelaciones. Sin embargo, Verástegui y su equipo sostienen que los problemas de derechos de autor fueron abordados explícitamente, asegurando que no había motivos para tales preocupaciones, según lo reportado por Fox News.
La correspondencia por correo electrónico entre los cineastas y un portavoz del Comando Sur de los Estados Unidos revela intentos de aclarar la situación. Los cineastas reafirmaron su apoyo a las tropas y enfatizaron su compromiso de evitar disputas sobre derechos de autor o propiedad intelectual. Incluso ofrecieron enviar a un representante de la película para una reunión cara a cara con las tropas, pero se toparon con una objeción diferente por parte del liderazgo de la instalación.
Mientras Verástegui expresaba su confusión y decepción, el senador Marco Rubio de Florida intervino, instando al liderazgo de SOUTHCOM a reprogramar rápidamente las proyecciones. Hizo hincapié en la alineación de la película con la misión de SOUTHCOM de combatir el tráfico y las organizaciones criminales trasnacionales.
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La cancelación ha generado debates sobre si el contenido de la película fue la verdadera causa de preocupación, con Verástegui enfatizando su único objetivo: brindar a las tropas la oportunidad única de presenciar el poderoso mensaje de la película. Permanece optimista sobre una solución, ansioso por que las tropas se sientan «revitalizadas en sus esfuerzos para combatir el tráfico de menores en las Américas».
En medio de esta controversia, surgen preguntas sobre las verdaderas motivaciones detrás de las cancelaciones y sobre la importancia de proporcionar esta película a aquellos que sirven a su país.
