Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, interpuso una demanda en un tribunal federal de California contra Garrett Ziegler, antiguo colaborador de la administración Trump.
Acusa a Ziegler y a diez individuos más de “intervenir, manipular, alterar y copiar información digital” de su laptop sin autorización.
El caso de la “laptop del infierno” comenzó a ganar atención pública en octubre de 2020, cuando el New York Post publicó una serie de artículos sobre correos electrónicos y otros documentos supuestamente encontrados en una laptop que pertenecía a Hunter Biden.
Estos documentos se encontraron en un disco duro que, según el New York Post, Hunter Biden dejó en una tienda de reparaciones en Delaware en 2019.
El New York Post ha reportado que en dicha laptop hay abundante evidencia del historial de abuso de drogas de Hunter Biden, incluyendo imágenes de él usando una pipa de crack. Asimismo, se encuentran mensajes en los que, presuntamente, le pide a uno de los criminales más buscados de Maryland que le envíe crack a un hotel de lujo.
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Según la demanda se considera que las acciones de los demandados infringen las normativas de protección de datos de California y la ley de Fraude y Abuso Informático.
La firma Marco Polo, vinculada a Ziegler, asegura que la demanda busca “controlar el relato y suprimir la libertad de expresión más que buscar un remedio genuino”.
Argumentan que los datos del portátil de Hunter Biden ya estaban disponibles en otros medios antes de que ellos los publicaran.
Mientras tanto, Hunter Biden enfrenta otros desafíos legales. Es objeto de escrutinio por parte del gobierno federal por presuntas evasiones fiscales y posesión ilegal de armas.
