En un reciente discurso, el ex presidente Donald Trump abordó la situación del sistema educativo del país, destacando que, a pesar de ser la nación que más invierte en este sector, los resultados no son los esperados.
“Los Estados Unidos gasta más dinero en educación que cualquier otro país en el mundo y, sin embargo, obtenemos los peores resultados”, lamentó Trump al inicio de su intervención.
Trump presentó una serie de propuestas y opiniones sobre cómo mejorar la educación, centrando su enfoque en la preparación para el trabajo y la vida.
Entre sus ideas, destacó la importancia de respetar el derecho de los padres a controlar la educación de sus hijos, empoderar a los padres y juntas escolares para contratar y recompensar a buenos educadores, y alejarse de la “indoctrinación política” en las aulas.
También enfatizó la necesidad de inculcar en los estudiantes el amor por su país, apoyar el regreso de la oración a las escuelas, garantizar escuelas seguras y libres de drogas, implementar la elección de escuela, proporcionar aprendizaje basado en proyectos, ofrecer prácticas y experiencias laborales a los estudiantes, y brindar orientación laboral y profesional de calidad.
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“Nuestras escuelas deben ser totalmente refocalizadas para preparar a nuestros niños para tener éxito en el mundo del trabajo y en la vida”, afirmó Trump.
Además, no dudó en criticar la actual administración, acusándola de llevar al país al fracaso y mencionando ideologías como el marxismo y el comunismo.
Una de las propuestas que podría generar controversia es su intención de cerrar el Departamento de Educación en Washington D.C. Según Trump, esto permitiría una gestión más eficiente y cercana a las necesidades reales de cada estado.
“Voy a cerrar el Departamento de Educación en Washington D.C. y enviar todo el trabajo y las necesidades educativas de regreso a los estados”, declaró.
