La influencia del partido comunista chino en diversas industrias estadounidenses se ha convertido últimamente en un foco de atención y preocupación.
Según Chad Wolf, analista de Fox News, “El partido comunista chino ve el robo de la propiedad intelectual de EE.UU. como un recurso estratégico”. Las alarmas se encienden al considerar que empresas chinas están edificando plantas de baterías para vehículos eléctricos cerca de instalaciones militares clave en territorio estadounidense.
El mundo de los vehículos aéreos no tripulados (UAVs), conocidos popularmente como drones, no escapa a esta realidad. “Gracias a casi una década de apoyo del partido comunista chino, los fabricantes de drones chinos han inundado los mercados globales con drones baratos y subvencionados”, afirmó Wolf.
Estos dispositivos, que dominan más del 90% del mercado de consumo en EE.UU., representan no solo un desafío a la competitividad del país, sino una amenaza palpable a la seguridad nacional. La Ley de Inteligencia Nacional de China de 2017, que obliga a las empresas de drones a compartir información con el gobierno chino, añade una capa más de preocupación.
En territorio estadounidense, la presencia de estos drones es notable ya que son herramientas esenciales para departamentos de bomberos, policía y diversas agencias gubernamentales. Sin embargo, el riesgo radica en la potencial filtración de información crítica.
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Ante este panorama, Wolf sugiere que: “El Gobierno de EE.UU. debería considerar subvenciones federales para primeros auxilios, inspección de infraestructuras y programas del Departamento de Defensa”. La propuesta busca incentivar la adopción de drones fabricados en EE.UU. y fortalecer la colaboración con la industria para superar desafíos de adquisición.
