En Gran Bretaña, el avance de los inodoros neutrales al género se ha visto frenado por una iniciativa encabezada por la propia ministra de Igualdad, quien dice haber escuchado la experiencia del público.
Los retretes separados por sexo volverán a ser la norma y el requisito mínimo para los edificios públicos de nueva construcción o renovados estructuralmente, dijo la secretaria de Comercio y la ministra de la Mujer y la Igualdad, Kemi Badenoch.
Como hija de una inmigrante negra de ascendencia nigeriana, Badenoch sabe de lo que habla cuando se trata de igualdad y empoderamiento, pero dice que su decisión fue motivada principalmente por el sentido común.
“Estos cambios garantizarán que se conserven los baños separados para hombres y mujeres al mismo tiempo que se proporcionan baños universales para quienes los deseen”, explicó Badenoch sus motivos para actualizar las regulaciones de los baños, según Sky News. “Este es un enfoque de sentido común”.
La voz del pueblo también guió la decisión; unos 17.000 británicos se tomaron la molestia de rellenar la encuesta realizada por el gobierno.
Proteger la dignidad, la privacidad y la seguridad de todos
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Según el gobierno, surgió toda una gama de opiniones sobre el tema de la igualdad de género. Aún así, el tenor general, en cualquier caso, fue que existe una clara necesidad de privacidad, dignidad y accesibilidad.
La ministra aclaró: “Es importante que todos tengan privacidad y dignidad al usar las instalaciones públicas. Sin embargo, el movimiento hacia baños ‘neutrales en cuanto al género’ ha eliminado este derecho fundamental para mujeres y niñas”, informó el medio.
“Estas propuestas garantizarán que cada edificio nuevo en Inglaterra deba proporcionar instalaciones separadas para hombres y mujeres o unisex y publicar una guía para explicar la diferencia, protegiendo la dignidad, la privacidad y la seguridad de todos”, dijo.
En otras palabras, la ministra, miembro del Partido Conservador que ha liderado durante mucho tiempo el gobierno del Reino Unido, cree que la inclusión significa que las mujeres también deberían poder tener su propio espacio privado sin temor a ser acosadas o espiadas por tipos que afirman identificarse con una mujer, pero en realidad, no son ellos mismos, por citar un ejemplo.
Las palabras de la ministra también fueron compartidas por la subsecretaria de Estado parlamentaria para la Fe y las Comunidades, la baronesa Scott, quien dijo: “Es extremadamente importante que las mujeres puedan sentirse cómodas cuando usan las instalaciones públicas, por lo que estamos tomando medidas para restaurar la dignidad y la privacidad en el centro de toda provisión futura”.
“Estas propuestas significarán que los baños separados para hombres y mujeres, así como baños autónomos para quienes los necesiten, se convertirán en un requisito para todos los edificios nuevos en Inglaterra”, agregó Scott.
Agenda
Los planes de la ministra pueden considerarse una reacción mundial de los gobiernos conservadores contra lo que se ha dado en llamar el movimiento Woke, en el que los críticos afirman que el principio de igualdad e inclusión se lleva demasiado lejos. Los derechos de los homosexuales y transexuales se destacan desproporcionadamente en detrimento de los derechos de los hombres y mujeres heterosexuales tradicionales.
Algunos sospechan que detrás de la cultura ‘woke’ y el impulso LGBTQ hay una agenda para destruir a la familia como la piedra angular de la sociedad y los valores cristianos tradicionales, como el matrimonio, la fidelidad, la honorabilidad y la castidad.
