Cristiano Zanin, el ex abogado personal del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, se incorpora al Tribunal Supremo del país hoy, en medio de críticas que sugieren un conflicto de intereses debido a su relación previa.
Lula nombró a Zanin en junio, generando acusaciones de la oposición de que está poniendo en riesgo la imparcialidad del tribunal más alto de Brasil al hacer de un amigo uno de sus jueces. Zanin, especialista en derecho procesal y empresarial, contribuyó a que Lula revocara condenas derivadas de la extensa investigación de corrupción «Lava Jato» de Brasil, lo que permitió su liberación después de 580 días de encarcelamiento.
Durante su revisión de la nominación de Zanin, los senadores cuestionaron la capacidad del abogado para mantener la imparcialidad. Zanin respondió que siempre se ha mantenido del lado de la constitución y que no podrá juzgar en casos en los que él mismo ha trabajado. Pese a las críticas, una gran mayoría de los senadores votó a favor de su nominación, convirtiendo a Zanin, de 47 años, en el juez más joven en el tribunal de 11 miembros. «Mi lado siempre ha sido el mismo, el lado de la constitución», afirmó Zanin. «Para mí, solo hay un lado; el otro es la barbarie, el abuso de poder».
Lula, quien en marzo llamó a Zanin «su amigo», retrocedió en una entrevista posterior: «No era un amigo, era mi abogado». La razón de su elección, según Lula, radica en que Zanin es «una persona extremadamente capaz… es muy estudioso, es muy competente, es muy dedicado y es muy serio». Zanin asume el puesto vacante tras la jubilación en abril del juez Ricardo Lewandowski. En Brasil, los jueces del Tribunal Supremo deben jubilarse a los 75 años, edad que la juez Rosa Weber alcanzará en octubre.
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