El narcotraficante uruguayo, Sebastián Marset, quien estaba siendo buscado por la justicia, apareció en un video donde aseguró que un alto funcionario del gobierno boliviano, específicamente el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) de Bolivia, le proporcionó ayuda para escapar. Marset afirmó que esta persona le advirtió sobre una orden de aprehensión en su contra y, con una «platita», le avisó que debía huir.
En el video de menos de un minuto y medio, Marset explicó que su situación se estaba complicando en Bolivia y que no quería involucrar a personas inocentes. También aclaró que se movía bajo una falsa identidad, conocida por sus amigos como Luis Paulo Amorín, mientras permanecía en Santa Cruz.
El narco desmintió cualquier vinculación de personas inocentes con sus actividades y expresó que el director de la Felcn estaba afectando injustamente a personas que no tenían nada que ver con sus asuntos delictivos.
Sin embargo, la Policía Boliviana rechazó las declaraciones de Marset y respaldó el trabajo del «mando policial» en la búsqueda del narcotraficante. El comandante general de la fuerza, Álvaro Álvarez, afirmó que las afirmaciones de Marset buscan sembrar dudas y confusión sobre las operaciones exitosas llevadas a cabo en los últimos tres días para afectar directamente las actividades criminales del delincuente.
Tanto el director nacional de la Felcn, Ismael Tito Villca, como Álvarez rechazaron rotundamente las aseveraciones de Marset y calificaron el video como parte de «operaciones de desinformación».
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El caso de Marset ha puesto en la mira a varias instituciones de Bolivia, ya que logró establecerse en el país con documentos de identidad falsos y manejar grandes sumas de dinero sin levantar sospechas. Se le acusa de liderar una red criminal internacional de tráfico de drogas y está relacionado con el asesinato del fiscal Marcelo Pecci en mayo de 2022 en Colombia. También enfrenta requerimientos de la Justicia de Uruguay, Brasil, Paraguay, la DEA de Estados Unidos, Europol e Interpol.
A pesar de las amenazas recibidas por medios uruguayos y bolivianos, las autoridades siguen trabajando para capturar a Marset y desmantelar su organización criminal. En operativos recientes, se han confiscado inmuebles, celulares, dinero en efectivo y armamento, sumando un total de aproximadamente 8,8 millones de dólares. Se continúa la búsqueda de Marset y 13 personas de su círculo familiar que se presume aún se encuentran en Bolivia.
