El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, aseguró que en un eventual escenario su país podría utilizar sus armas nucleares.
El 30 de julio, en su cuenta de la red social X, antiguamente llamada Twitter, Medvédev expresó:
«Al repeler la contraofensiva del enemigo colectivo, nuestras Fuerzas Armadas están defendiendo a los ciudadanos rusos y nuestra tierra. Es bastante claro para todas las personas decentes. Además de eso, están previniendo conflictos globales».
Y continuó:
“Imagínense que la ofensiva apoyada por la OTAN sea exitosa y nos quitan una parte de nuestra tierra [refiriéndose además a Lugansk y Donetsk, territorios anexados a Rusia]: entonces tendríamos que, siguiendo el decreto del presidente del 02.06.2020, usar el arma nuclear”, indicó.
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«Simplemente no habría otra salida», agregó.
Hace algunas semanas, Medvédev, quien es muy allegado a Putin y se desempeñó como presidente de Rusia entre los años 2008 y 2012, indicó que “la Tercera Guerra Mundial está cada vez más cerca”.
Por su parte, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, confirmó el pasado mes de junio que se colocaron armas nucleares en su país.
Las declaraciones son parte del contenido de una transcripción del 9 de junio de una llamada entre Lukashenko y Putin publicada en el sitio web del Kremlin, donde Putin le dijo a su homólogo bielorruso que luego de la competencia de construcción de instalaciones el 7 y 8 de junio, “comenzaremos de inmediato la proceso de despliegue de los tipos de armas correspondientes en su territorio”.
El posicionamiento de armas nucleares en suelo bielorruso tiene una gran importancia táctica y estratégica porque Bielorrusia es el único país en la frontera occidental de Rusia que no es miembro de la OTAN además de Ucrania.
Bielorrusia también limita con los miembros de la OTAN Letonia, Lituania, Polonia y la frontera norte de Ucrania muy cerca de la capital, Kiev, y está a poca distancia de Estonia, otro miembro de la alianza de la era de la Guerra Fría liderada por Washington.
Las ojivas nucleares estacionadas en Bielorrusia permanecerán bajo el mando ruso, pero Lukashenko insinuó que también podría controlarlas si fuera necesario.
En su propia transmisión del tema, el medio de comunicación estatal ruso TASS publicó varios artículos, de los cuales el tema de mayor circulación fue una cita de Lukashenko al medio de comunicación nacional bielorruso BelTA que decía: “Dios me libre si tengo que tomar la decisión de usar estas armas en los tiempos modernos. Pero no dudaré si hay una agresión contra nosotros”.
Un artículo se titulaba «Rusia, a una llamada de distancia para coordinar un ataque nuclear«, donde el presidente bielorruso le dijo a la cadena de televisión rusa Rossiya-1: «¿Estaré mirando a mi alrededor si estalla una guerra? Hago una llamada, y dondequiera que él [Putin] esté, responde la llamada. Él llama, yo contesto el teléfono, en cualquier momento, incluso ahora mismo. Entonces, ¿cuál es el problema de coordinar un ataque de algún tipo?»
Lukashenko continuó: “Siempre hemos sido un objetivo [para Occidente]. Nos querían hacer pedazos desde 2020… nadie ha luchado nunca contra un país nuclear, un país que posee armas nucleares”.
