El expresidente brasileño Jair Bolsonaro expresó su crítica hacia la reciente decisión del Tribunal Superior Electoral (TSE) que lo dejó inelegible hasta 2030 por considerar que abusó de su poder y usó indebidamente los medios públicos de comunicación durante las pasadas elecciones.
En una declaración ante los medios en la ciudad de Belo Horizonte, Bolsonaro afirmó: «Recientemente recibí una puñalada en la barriga y ahora me dieron una puñalada en la espalda con la inhabilitación política por abuso de poder político». Aseguró que seguirá trabajando «dentro de las cuatro líneas» de la Constitución.
El exmandatario, quien ya había manifestado su intención de disputar las elecciones presidenciales de 2026, fue despojado de sus derechos políticos por un período de ocho años por el tribunal electoral. Se le declaró culpable de «abusos de poder» durante la campaña en la que resultó derrotado por el progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Con 68 años de edad, Bolsonaro no podrá participar en cargos electivos ni ejercer puestos en la administración pública durante los próximos ocho años. Sin embargo, la decisión le permitirá postularse nuevamente en las elecciones presidenciales de 2030, programadas para octubre de ese año, cuando tendría 75 años.
Bolsonaro anunció que discutirá con sus abogados las posibles opciones de presentar recursos contra la decisión, tanto ante el Tribunal Electoral como ante la Corte Suprema. Además, tiene esperanzas de que el Congreso apruebe un proyecto de ley de amnistía para aquellos condenados por delitos electorales en 2022, una posibilidad que algunos de sus colegas políticos ya han mencionado.
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El juicio contra el exjefe de Estado se centró en una reunión que convocó con medio centenar de embajadores extranjeros en la residencia oficial de la Presidencia el 18 de julio de 2022. Durante dicho encuentro, Bolsonaro volvió a cuestionar la transparencia del sistema electoral y la democracia en general. Según la sentencia, estas acciones constituyeron un «abuso de poder político, conductas vedadas y desorden informativo», así como un «uso indebido de predios públicos y medios de comunicación».
Valdemar Costa Neto, presidente del Partido Liberal (PL) al que pertenece Bolsonaro, expresó su incredulidad ante lo ocurrido, ya que es la primera vez en la historia que un expresidente «pierde sus derechos políticos por hablar».
El juicio a Bolsonaro comenzó el jueves 22 de junio con la lectura del informe del caso y las exposiciones orales de la acusación, la defensa del expresidente y el Ministerio Público, que igualmente pidió condenar al exjefe de Estado y despojarlo de sus derechos políticos.
Cabe señalar que los jueces del tribunal supremo de Brasil son la mayoría de tendencia izquierdista, alineados con Lula, por lo que muchos analistas infieren en que todo se trata de una persecución política que busca que el exmandatario no se presente en las próximas elecciones de 2026.
En sus redes sociales, Bolsonaro publicó un video con el lema «Brasil por encima de todo, Dios por encima de todos».
