Argentina pagará US$2.700 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) este viernes utilizando Derechos Especiales de Giro del Tesoro (DEG) y yuanes, informó Gabriela Cerruti, portavoz presidencial, en una rueda de prensa celebrada este jueves.
Cerruti destacó que el país utilizará los DEG y los yuanes de libre disponibilidad para realizar el pago, con el objetivo de no utilizar ni poner en riesgo las reservas del Banco Central. Este pago corresponde a un nuevo vencimiento del préstamo de 44.000 millones de dólares que el FMI otorgó a Argentina en 2018.
La semana pasada, el Ministerio de Economía, liderado por Sergio Massa, ya había iniciado un «proceso de pago» de 1.900 millones de los 2.700 millones que vencen mañana. Al mismo tiempo, el gobierno se encuentra renegociando el acuerdo de facilidades extendidas firmado en marzo de 2022 con el FMI, que permitió la refinanciación del crédito de 2018.
«Seguramente en las próximas horas van a conocer cómo es el programa de los próximos seis meses con el Fondo», declaró Massa el pasado martes.
Cabe destacar que Massa ha sido oficializado como el candidato oficialista para las elecciones presidenciales de octubre.
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Según el acuerdo aprobado en 2022, el FMI realiza desembolsos para que Argentina pueda cumplir con el pago del crédito original en tiempo y forma, siempre y cuando se cumplan estrictas metas fiscales tras revisiones trimestrales de la economía.
Sin embargo, Argentina busca modificar las condiciones actuales para hacer frente a los desequilibrios fiscales y la escasez de dólares que enfrenta, problemas agravados por una severa sequía que afecta al sector agropecuario.
El uso de yuanes, provenientes de un «swap» de divisas con China, evidencia la falta de liquidez en las reservas y las pérdidas del Banco Central. No obstante, Cerruti no aclaró si el pago al organismo se realizará directamente en la divisa china o si se cambiará previamente por dólares estadounidenses.
«Argenchina»
A principios de junio, toda una comitiva argentina viajó a China y Sergio Massa fue como Ministro de Economía y también como precandidato presidencial.
Luego de lograr algunos acuerdo, Massa disparó una frase que dio la vuelta al mundo: “Nos deberíamos llamar Argenchina», celebrando y sintiéndose orgulloso de cerrar acuerdos y aumentar la dependencia geopolítica con el régimen comunista más opresor y sangriento del mundo.
En ese viaje, aparte de ampliar el swap, el régimen comunista aprobó una línea de crédito de hasta 3.000 millones de dólares para financiar diversos proyectos en obras de infraestructura, energía y transporte público. Se trata de un préstamo pensado como parte del programa de la “Ruta de la Seda”, que se dedica a financiar proyectos de infraestructura en todo el mundo y endeudar a los países emergentes con préstamos imposibles de pagar.
En total, la gira de Massa amplió el endeudamiento externo con China hasta los 21.000 millones entre el swap y los créditos diferenciales para infraestructura. Es decir que, en pocas horas, el ministro de Economía y precandidato presidencial, aumentó la carga de la deuda con el régimen chino en una suma equivalente a la mitad del préstamo con el FMI.
